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El arquitecto Roberto Matach opinó sobre las perspectivas de la capital fueguina con el crecimiento demográfico y la falta de tierras. Consideró que todavía pueden construirse viviendas sin necesidad de expansión, porque en ese caso hay que tener en cuenta la infraestructura de servicios. Según su criterio la expansión del ejido “agrava la situación y no resuelve el problema. Hay que ampliar el ejido urbano hasta donde se pueden prestar los servicios”, remarcó. Respecto de la planificación dijo que “falta trabajo, se está desarrollando un trabajo de planificación pero hasta ahora hemos tenido una sola reunión donde participamos representantes de todas las disciplinas. Nos dio la sensación de que ya estaba todo pensado y nos hacían participar para la foto”.

Río Grande.- El arquitecto Roberto Matach fue consultado por Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 sobre las perspectivas para Ushuaia con el crecimiento demográfico y la falta de tierras. A su criterio “todavía tiene mucho potencial la zona ya urbanizada. Creo que tiene para muchos años más todavía, sin necesidad de hacer una expansión. Siempre hay que tener en cuenta que cuando uno empieza a pensar en una ciudad mucho más grande y extendida, aparecen una cantidad de requerimientos que complican mucho, por ejemplo el transporte, la recolección de residuos, más los servicios. Todo eso significa más incremento de costos, más en Ushuaia porque en el terreno hay roca y hay costos adicionales muy importante para una expansión horizontal. En planta baja y tres pisos, que es lo que habitualmente nos permite el código, todavía tiene mucho potencial la ciudad como para seguir creciendo. Seguramente en algún momento habrá que hacer un parate e ir incrementando los servicios en cuanto a dimensiones y calidad también, y estoy hablando de agua, cloacas, gas, electricidad, porque en gran parte la ciudad sigue teniendo instalaciones muy antiguas”, observó.

Respecto de las usurpaciones de terrenos, dijo que “la situación pasa por organizar las cosas, hay que generar superficies aptas para viviendas. Los controles tienen que ser muy estrictos y hay que poner el Estado adelante, no ir atrás de las usurpaciones”.

Para Matach la ampliación del ejido no resuelve el problema. “Yo creo que lo agrava y no resuelve el problema. Hay que ampliar el ejido urbano hasta donde se pueden prestar los servicios. Si no se van a poder prestar los servicios de recolección de basura y demás a todo el ejido municipal, se está dando una superficie teórica al vecino pero no se cumple el objetivo”.

Cabe recordar que Matach fue presidente del IPV en el gobierno de Estabillo, y fue cuando más viviendas se hicieron. “El IPV tiene en la zona del Pipo grandes superficies, lo que no tiene son los recursos. En mi época teníamos recursos y podíamos hacer viviendas. En un año que estuve en la gestión inicié 800 viviendas y 450 créditos de autoconstrucción. Le han ido quitando los recursos al IPV, porque antes era un porcentaje de todos los combustibles pero después le sacaron el gas, la nafta super y hoy recibe muy pocos recursos. Encima hemos tenido gobiernos que no se han ocupado de que la gente se acostumbre a pagar el recupero. Es muy importante porque el retorno permite dar soluciones a otras familias. La campaña más importante la inició Muriel, la siguió Chocrón y luego yo, y llegamos a tener el 80% de la población con viviendas del IPV que estaba pagando algún valor, el que pudiera pero algo. Con eso pagábamos todos los sueldos y con lo que nos quedaba hacíamos viviendas. Hoy no sé si el recupero del IPV cubre los sueldos”, señaló.

“Había un plan que implementé en su momento, que era tomar terrenos de alguna cooperativa, otorgar los créditos y mientras se construían las casas nosotros hacíamos la subdivisión de la tierra e hipotecábamos individualmente a cada una de las familias que iban a recibir esas casas. Si alguno no pagaba, solamente pagaba las consecuencias esa familia. Eso permitía que cualquier organización que tuviese una o dos hectáreas para hacer 20 ó 40 viviendas, lo encarábamos hipotecando toda la tierra y, mientras se construían las viviendas, subdividíamos y terminaba la vivienda con una hipoteca individual por familia. Esto se podría hacer pero si el IPV no tiene recursos para hacer las viviendas está complicado”, planteó.

En cuanto a la posibilidad de replicar la experiencia de fideicomisos como hizo ATE con el BTF y la empresa constructora, consideró que “se puede hacer perfectamente, el tema es que la tasa de interés seguramente no es la que manejaba el IPV. Con algunas tasas subsidiadas del BTF se podría hacer. Muchas veces se intentó la obra con participación del privado, pero el Estado es muy miedoso en ese sentido. Piensan que el privado se va a quedar con mucha plata o que van a estafar al Estado, que siempre tiene problemas para los controles”.

También hizo referencia a los alquileres temporarios. “El tema de los alquileres se complica mucho más en Ushuaia por los alquileres temporales. La diferencia económica es muy importante. Hay público para todo, hay gente que quiere ir a un hotel y que le sirvan todo, y otra que prefiere irse a una vivienda, pagar menos, pero va a tener que cocinar, hacer la cama, como si estuviese en su lugar de origen”.

Planificación de la ciudad

Consultado sobre cómo ve la planificación de Ushuaia, indicó que “veo que le falta trabajo, se está desarrollando un trabajo de planificación pero hasta ahora hemos tenido una sola reunión donde participamos representantes de todas las disciplinas. Nos dio la sensación de que ya estaba todo pensado y nos hacían participar para la foto. No me pareció nada serio para lo que tendría que ser la discusión y la participación interdisciplinaria”.

“Siempre se habla de una ciudad turística, pero nosotros como habitantes no somos muy turísticos. Cuando veo que un colectivo para en la San Martín, me cruzo de brazos esperando que el turista baje, porque va a dejar dinero para el bienestar de todos los que vivimos acá, pero bajan los turistas en un hotel. Ahí nos damos cuenta de que la ciudad es más administrativa y que gracias a la escenografía y los paisajes que tenemos viene mucho turismo, pero como población no somos muy conscientes”.

“Esto lleva tiempo y hay cosas que se han ido aprendiendo, como el trato al turista en los hoteles y de parte del personal en general, porque hace un tiempo atrás cumplían con la función nada más. Todavía tiene mucho potencial el casco céntrico. Ya empiezan a aparecer emprendimientos importantes fuera del circuito turístico, en la zona de la avenida de Los Ñires hay un emprendimiento importante y empiezan a aparecer propuestas distintas que venir a alojarse en la San Martín”, observó.

Recuperación del edificio de la caja

Con respecto al edificio ubicado en pleno centro de la ciudad que pertenece a la caja de previsión, dijo que “en su momento hubo un concurso con muy lindos proyectos pero nunca se decidieron, el directorio de la caja siempre ha tenido problemas. Se necesita la inversión de un privado y la caja podría quedarse con consultorios médicos, alojamiento para personas mayores. Hay muchas cosas que podrían formar parte del acuerdo. Yo lo intenté varias veces en distintos directorios de la caja, presenté las propuestas que teníamos pensadas pero no hay caso. No son de la actividad privada, que tiene otra gimnasia mental”, manifestó.

“Si hay oportunidades, se consiguen los inversores, porque hay gente que tiene recursos ociosos y quiere invertir, pero a veces no se dan las condiciones. Lo difícil es cuando está metido el Estado, porque se hace muy complicado”.

Desarrollo del puerto de Río Grande

En cuanto al puerto en zona norte, aclaró que todavía no sabe cuál será el lugar elegido para la construcción, pero “va a ser importante para Río Grande porque hay un gran volumen de contenedores que van desde Ushuaia para Río Grande, y todo eso afecta al ambiente, rompe la ruta, y se evitaría con el puerto. Aparecen posibilidades de nuevos emprendimientos a partir del puerto. Seguramente con el puerto funcionando va a aparecer alguien con la producción de urea, o con la salida de gas envasado a través de los barcos a lugares que no tienen gas, para los petroleros también. A partir del puerto seguramente van a aparecer nuevas actividades que van a generar mano de obra y ocupación”, concluyó.