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El Centro de Veteranos de Guerra ‘Malvinas Argentinas’ preparó un crítico discurso reclamando una política coherente en la Causa Malvinas. “Es imperiosa la necesidad de que los distintos Ejecutivos nacionales sean serios y unifiquen un criterio de reclamo que se sostenga en el tiempo”. Además, y contrariamente a lo establecido por la ley nacional que pretendió dar una cobertura médica y social de calidad a los veteranos y sus familias a través del PAMI, “el déficit en la atención, cobertura de medicamentos y celeridad en la respuesta sanitaria que desde hace unos años venimos padeciendo provocaron que días atrás veteranos de todo el país, con 60 años o más, debimos concentrarnos y salir a protestar y reclamar en la sede del PAMI Central”. También reclamaron una definición judicial expeditiva sobre causas de torturas en la guerra y asimismo una currícula escolar que contenga los derechos soberanos sobre los archipiélagos irredentos.

Río Grande.- El VGM Sergio Marroco fue el encargado de leer el discurso oficial del Centro de Veteranos de Guerra ‘Malvinas Argentinas’ y manifestó que “como en vigilias pasadas los invito a que viajemos juntos por estos 40 años de historia, para que identifiquemos el punto de partida, y así conceptualizar hasta donde llegamos y donde queremos ir”.

“Avanzado el mes de junio de 1982, cerca de 10.000 compatriotas regresamos al área continental de nuestro país, con más incertidumbre que con las que fuimos a las Islas. Lejos de sentirnos abrazados, contenidos, cuidados, e inspirarnos tranquilidad, fuimos deliberadamente ocultados, se nos hizo entrar por la puerta de servicio, quizás no todos experimentaron esa vivencia pero si la abrumadora mayoría; nos mandaron a nuestras casas, sin mediar trámite alguno, sin haber considerado las implicancias de haber participado en un conflicto bélico, sin importarle al Estado las condiciones físicas y psicológicas en las que regresamos los sobrevivientes”, lamentó.

Recordó que “se respiraba un clima cuya aspiración era retomar la democracia, la multipartidaria le mordía la yugular al proceso de facto y no soltaba, los efectos de la guerra perdida en lo material y lo humano, no eran materia de agenda, podían esperar”.

“Los soldados combatientes entre tanto, deambulábamos sin sentido, mezclados en las multitudes, siendo uno más, cargando con nuestras luces y nuestras sombras, hubo quienes se refugiaron en el alcohol y otras sustancias, otros intentaron insertarse infructuosamente en la sociedad que continuaba a su ritmo, sentíamos simplemente que no encajábamos, algo en nosotros nos delataba y, la propaganda tampoco ayudaba en lo más mínimo, ‘los chicos de la guerra’, ‘los loquitos de la guerra’, ‘fueron niños, para no ser hombres’, eran las frases que se escuchaban en ese entonces”.

“Nuestros primeros 10 años fueron una montaña rusa, nuestros cerebros fueron pasados por una licuadora, poco a poco empezamos a reconocernos, y tal como sucedió en las islas comprendimos que sólo nos podía salvar el compañero plasmándose lo que reza la frase ‘Vamos juntos y volvemos juntos’. Así aparecen las primeras organizaciones de veteranos de guerra que marcados por lo vivido en el conflicto encaramos un camino segmentado, es decir, soldados por un lado y personal militar por otro”.

Prosiguió que “durante la primera década presenciamos en la vía pública a muchos compañeros con algún miembro amputado pedir limosna ante la indiferencia e incomodidad de parte de la sociedad. Simultáneamente se acentuaba la dolorosa y sistemática invisibilización encarnada por el Estado nacional que miraba para otro lado sin hacerse cargo de sus combatientes. Entender lo que nos pasaba fue un largo camino transitado muchas veces en soledad, con la única ayuda de familiares, amigos y los Centros de Excombatientes que proliferaban al actuar como Salas de Primeros Auxilios que respondían ante las necesidades urgentes con las escasas herramientas que disponían, brindando una contención primaria para sostener y paliar el sufrimiento de nuestros compañeros mientras el Estado nos ignoraba, nos desprotegía y nos ocultaba fortaleciendo su política de desmalvinización y olvido que sólo incrementó nuestro pesar”.

“Teníamos tan mala prensa que bastaba mencionar que éramos excombatientes para que se nos cerraran las oportunidades laborales. Tanta invisibilizaciòn y olvido caló hondo en muchos compañeros que no pudieron seguir adelante dando lugar a una triste ola de suicidios. Paralelamente, a los primeros grupos de veteranos les costaba horrores organizarse y establecer un mecanismo de autoayuda eficaz, existían rispideces entre sus miembros, esta falta de unidad entre los veteranos nos jugó en contra pues el no hallar las estrategias adecuadas para encolumnarnos detrás de un reclamo fue muy bien aprovechado para instalar la ya mencionada política de desmalvinización”.

“Así, por medio de la confrontación y la lucha de los veteranos de guerra, se fueron logrando leyes cuyo espíritu era brindar garantías que nos aseguraran la salud, la vivienda, la educación y el apoyo económico. Se sanciona la Ley Nacional de Protección al Veterano que obliga a las distintas fuerzas armadas a realizar un examen psicofísico para evaluar las condiciones físicas, psicológicas y emocionales de quienes en su momento fueron sus subordinados y actuar en consecuencia. -Esto que estamos mencionando aun no fue completado por las fuerzas armadas y mucho menos generada la indemnización correspondiente a cada caso-”, dijo Marroco

A nivel local logramos la Ley Provincial 407 que en su origen fue un ejemplo digno de imitar por el resto de las jurisdicciones. Las decisiones de los sucesivos gobiernos opacaron los alcances que la vieron nacer, quedando a la sombra de leyes promulgadas por otras provincias. Corresponde hacer un paréntesis aquí y reconocer que en política de Malvinas la actual administración provincial, como así también los municipios tienen plena coincidencia en relación a su trascendencia. Producto del trabajo mancomunado entre la Legislatura Provincial, Gobierno de la Provincia y los Centros de Veteranos de Río Grande y Ushuaia se resolvió jerarquizar dicha ley como una manera de reconocer la amplia labor de los veteranos de Tierra del Fuego”.

“Transitando la segunda década, el hartazgo surcaba nuestros rostros nos vimos obligados a reclamar a nivel nacional por vía de la acción. Nuestra provincia no fue ajena a ello lamentando recordar los hechos de violencia con los que el gobierno de Manfredotti eligió como camino para desalojarnos de la Casa de Gobierno cuando pretendimos hacer oír nuestra voz. A la altura de las circunstancias estuvo aquel oficial que perdió su puesto de trabajo al negarse a cumplir órdenes de represión expresando: ‘jamás reprimiré a los héroes de nuestra patria’. Volviendo a la línea de tiempo, los centros de veteranos se conformaban a lo largo y ancho de nuestro territorio como reguero de pólvora, aún separados los soldados de los militares de carrera. Río Grande supo dar el primer paso hacia la unión y conformar un único Centro integrado por militares de carrera y conscriptos, para trabajar por un objetivo superior: honrar la memoria de los caídos en combate, trabajar por el bienestar de los sobrevivientes y sus familias y mantener siempre viva la Causa Malvinas”.

Nace el Centro de Veteranos de Guerra ‘Malvinas Argentinas’

En este punto, el Veterano de Guerra de Malvinas recordó que “hacia 1995 un puñado de veteranos tuvo la idea de recordar a nuestros caídos esperando el 2 de abril frente al mar, en noche de vigilia, con la mirada en dirección a las islas como humilde homenaje. Así tímida y silenciosamente, al calor de un tacho con leños encendidos y unas pocas almas surgió hace 27 años la querida Vigilia por Malvinas que hoy nos reúne e identifica”.

Agregó que “llegada la tercer década se hacen públicas las denuncias por abusos durante la guerra. A 40 años del conflicto armado queremos ser precisos frente a esta problemática y remarcar que en relación a las denuncias que se están tramitando en el Juzgado Federal de Río Grande respecto de abusos y torturas cometidos por suboficiales y oficiales en la guerra de Malvinas, la justicia ya se ha expedido en varios casos atribuyendo responsabilidades en algunos de ellos. Este Centro de Veteranos de Guerra que está conformado por soldados conscriptos, suboficiales y oficiales de todas las fuerzas, solicita que en honor al uniforme que vistieran San Martín, Belgrano, Güemes, como así también los militares que en 1982 dirigieron con dignidad y pelearon a la par de sus soldados, se actúe con mayor celeridad para clarificar cada una de las denuncias aún no resueltas e impartir la debida justicia a los damnificados”, apeló.

“Al principio del 2011 se crea en Tierra del Fuego el Consejo Asesor Observatorio cuestión Malvinas, del que somos una de las 4 organizaciones fundantes expresadas en la ley; dicho organismo es el primero en su tipo, siendo señero para la creación de otros organismos similares, incluido el Observatorio nacional recientemente puesto en funciones. Pasaron casi 10 años para que el Estado nacional dimensione un espacio institucional para analizar situaciones y plantear estrategias de abordaje de las mismas, para generar políticas que atiendan cuestiones referidas a Malvinas en una pluralidad de aspectos, políticos, económicos, ambientales, ictícolas, explotación petrolera, gasífera, de posicionamiento geopolítico, mirando de frente la cuestión antártica. Asimismo, es imposible no hacer mención que en esos espacios algunos actores que nos representan no siempre asisten con un discurso uniforme y sostenido en el tiempo como debe caracterizar a cualquier temática que se considere Política de Estado”.

“Estamos ante una provincia que tiene más de un millón y medio de kilómetros cuadrados, usurpados por Gran Bretaña e Irlanda del Norte y pareciera no importarle a nadie o importarle algunos pocos. La inestable Política de Estado sobre la Cuestión Malvinas llevada por los sucesivos gobiernos, el Tratado de Madrid de la Gestión Menem y el Comunicado Conjunto firmado por los vicecancilleres Foradori – Duncan de la gestión Macri son sólo un ejemplo de esta contradicción. En estas negociaciones bilaterales los británicos aprovechan las condiciones políticas y económicas en las que siempre se encuentra nuestro país para obtener ventaja en detrimento de los intereses soberanos de nuestra Nación. Es imperiosa la necesidad de que los distintos Ejecutivos nacionales sean serios y unifiquen un criterio de reclamo que se sostenga en el tiempo.

Contrariamente a lo establecido por la ley nacional que pretendió dar una cobertura médica y social de calidad a los veteranos y sus familias a través del PAMI, el déficit en la atención, cobertura de medicamentos y celeridad en la respuesta sanitaria que desde hace unos años venimos padeciendo provocaron que días atrás veteranos de todo el país, con 60 años o más, debimos concentrarnos y salir a protestar y reclamar en la sede del PAMI Central por una atención acorde a los servicios prestados, hecho que tomó estado público por el maltrato recibido”. A ello debemos agregar que aún está sin subsanar el momento desde el cual el Estado Nacional nos reconoce como Veteranos de Guerra pues hasta ahora prevalece la fecha de la sanción de la ley (1990) y no el hecho que provocó esta ley que es la del conflicto bélico de 1982”.

“Otra discrepancia dentro del Estado son los diferentes criterios con que cada fuerza reconoce el grado de discapacidad de los veteranos. Como verán 40 años después hay cuestiones básicas sin resolver y nos negamos a creer que los responsables de los designios políticos del Estado esperen que ya no quede ninguno para reclamar y dar por finalizado el tema. Dado los acontecimientos internacionales que son de público conocimiento, no hemos visto en estos 40 años, que ningún país representado en la ONU, levantara la voz de su estado, pidiendo medidas restrictivas a Gran Bretaña e Irlanda del Norte, por el enclave colonial en nuestras islas Malvinas, algún erudito dirá que al momento de la usurpación por parte de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, esta política internacional no aplicaba, les preguntamos ¿y ahora? Parafraseando el derecho penal existe un intercriminis de 40 años, que viene permitiendo la violación sistemática de nuestros derechos soberanos”, acusó.

“Desde hace más de un mes el mundo amaneció conmovido por otro conflicto bélico, nuevamente somos testigos de las ambiciones, egoísmos e individualismos de unos pocos que trastocan la vida del ciudadano de a pie transformándolo en migrante, sometiéndolo a pérdidas, muerte, dolor, miedo, hambre y desesperación. Alteran la vida de los pueblos que dicen defender”.

“Que Dios sacuda los corazones de los gobernantes para que pongan fin al enfrentamiento y su gente pueda volver a su lugar y retomar sus vidas, aunque bien sabemos que ya nada será igual”.

“El Centro de Veteranos de Río Grande, redobla los esfuerzos para dar a conocer nuestra historia, contada en primera persona por sus propios actores. Es un compromiso irrenunciable que sostenemos hasta nuestros días a través de charlas con los niños y jóvenes en todos los niveles, sumadas a las visitas guiadas realizadas en nuestra sede que ya son cotidianos para los miembros de nuestra institución”.

“La defensa irrenunciable de la soberanía sobre Malvinas e islas del Atlántico Sur y el trabajo serio, responsable y confiable que nos caracterizó con el correr de los años llevó a las distintas administraciones municipales y provinciales a tener otra mirada sobre los veteranos y sumarse a las acciones malvinizadoras”.

“En la actualidad nos estamos planteando la importancia de involucrarnos en el proceso de transferencia de lo que denominamos ‘Cuestión Malvinas’. Nuestras charlas llegan a casas de altos estudios, pues la ‘Causa Malvinas’ es interdisciplinaria, atraviesa transversalmente la formación académica en todos los niveles. Se impone la necesidad de una cátedra sobre Malvinas ajustada a cada nivel del sistema educativo. No siempre logramos llegar a todos los docentes y ello nos debe invitar a doblegar esfuerzos para sumarlos a la causa. Queremos dejar un legado que trascienda nuestro paso terrenal, empezamos a visualizar en forma incipiente”.

“Como será una vigilia por Malvinas sin veteranos de guerra. Ya estamos trabajando con Generación Malvinas, agrupación formada por familiares y amigos de veteranos, en su mayoría jóvenes que colaboran con nuestra tarea mientras se van formando para tomar la posta, pero esa posta debe ser compartida con el resto de la sociedad y para ello es importante la difusión. Hay una frase muy conocida que dice que la historia la escriben los que ganan y el trovador agrega, eso quiere decir que hay otra historia. Y estamos dispuestos a contarla, a confrontar un relato a través del acceso a nueva información, archivos que se empiezan a desclasificar y que muestran otras realidades, aquí la tarea del docente es fundamental para que la verdad salga a la luz”.

“En la actualidad nuestra institución ha crecido tan exponencialmente que logramos tener representatividad en la Confederación de Veteranos de Guerra y en la Comisión Nacional de Veteranos de Guerra siendo escuchadas con atención nuestras propuestas y opiniones. Para finalizar, capítulo aparte merece la querida comunidad de Río Grande”.

“De este mensaje surge que durante estas cuatro décadas hubo desacuerdos, heridas sin cerrar, olvidos, marchas y contramarchas a nivel institucional y gubernamental en todos sus niveles. La diferencia aparece al hablar de Río Grande y su gente, aquí no podemos hablar de retrocesos, egoísmos ni diferencias, aquí primó en todo momento el mismo sentimiento por estar presentes como argentinos acompañando en la Vigilia y participando en el Desfile. Con frío, lluvia, viento, cuando no existía el reparo de la carpa ni la muestra que tiene lugar allí, los riograndenses siempre dijeron presente, su permanencia a nuestro lado nos hace sentir plenos, respetados, amados, abrazados. Los extrañamos durante los dos años en los que no pudimos armar la carpa pero sentimos su apoyo aún en la virtualidad y nos llegaron los lamentos por no poder estar. Nos sentimos honrados de pertenecer a esta comunidad y valoramos el granito de arena que cada uno de ustedes aporta a la cuestión Malvinas. Esta Vigilia que trascendió las fronteras y nos convirtió en la Capital Nacional de la Vigilia por la gloriosa gesta de Malvinas no sería lo mismo sin ustedes”.

“La Vigilia iniciada hace 27 años por nosotros ya no nos pertenece, es de toda la Comunidad de Río Grande, la Vigilia la hacemos todos y confiamos en que serán los herederos y responsables de continuar lo iniciado por estos Veteranos.

Gracias Río Grande; Gracias a cada uno; Este aplauso es para ustedes.

Viva la Patria”, concluye el discurso.