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El contador Ramón Gallardo, integrante de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines, planteó la necesidad de eliminar la indemnización y crear una especie de seguro, para que las empresas puedan tomar personal sin temor a la quiebra. Afirmó que el 70% de la mano de obra la generan las pymes y, sin reactivación, terminan quebrando, con lo cual los empleados no cobran indemnización y tampoco su sueldo. Se propone un seguro que cobraría el empresario y, al quedar cesante el trabajador, permitiría que acceda a una remuneración mensual hasta que pueda reinsertarse.

Río Grande.- El contador Ramón Gallardo, parte de “la mesa chica” de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines –FAIMA- y miembro del departamento Pymes de la Unión Industrial Argentina, dio a conocer por Radio Universidad 93.5 la tarea que se viene realizando para eliminar la indemnización por despido. “Es uno de los temas en los que se quiere avanzar, porque la prohibición de despido fue prorrogada hasta el 31 de diciembre y muchas empresas no toman empleados porque los tienen que indemnizar”, dijo.

“Con la pandemia muchas pymes no tienen plata para pagar los sueldos y no pueden cerrar las puertas porque no pueden indemnizar al personal. Hoy no tienen salida, cierran directamente y quedan a la espera de que se declare la quiebra. Si tiene los papeles en orden pueden presentarse en concurso de acreedores, donde puede arreglar de alguna manera con los proveedores algún plan de pagos, pero si no tiene ingresos no le queda otra que la quiebra y la pérdida de los bienes que adquirieron con mucho sacrificio. La economía no se reactiva y están severamente golpeados”, afirmó.

“Esto no es tirarse contra los empleados, porque cuando las pymes cierran los empleados ni siquiera cobran su sueldo y menos la indemnización. Estamos buscando un seguro de desempleo o algo por el estilo, tratando de llegar al gobierno nacional para buscar algún paliativo de acá para adelante. El seguro lo va a pagar el empresario y habrá un organismo tripartito que administrará ese fondo, y esto puede permitir pagar la indemnización en determinado período hasta tanto se vuelva a insertar. Hay distintos proyectos pero se buscar volver a crear empleo, y que tomar un empleado no signifique poner en riesgo la actividad”, argumentó.

Destacó que “el diputado Moyano dio su opinión y dijo que es importante que se vea este tema. Hay que cubrir esta falencia y que sirva para ambas partes. Estas son mochilas que van en contra de la generación de empleo. Hoy está reconocido a nivel nacional que el 70% de los empleados los tienen las pymes. Las grandes empresas multinacionales tienen empleados pero no dejan de ser pocas y muchas han salido de la Argentina, así que tenemos que lidiar con las pymes que son las que de a poco van dando trabajo”, sostuvo.

Estimó que “entre dos mil y tres mil pymes han cerrado. Las entidades financieras no están al alcance de la mayoría de las pymes, más después de una pandemia, por cuestión de papeles, porque hay deudas con AFIP, con Rentas. Pueden sacar 50 mil líneas y van a estar en condiciones de acceder las empresas que tienen la espalda más grande, pero en general el sistema financiero no está hecho para asistir a empresas con problemas y para ayudarlas a salir. Lo que queda muchas veces es recurrir a un tercero que cobra una tasa por cambiar un cheque y se queda con la mitad del cheque. No hay otra manera para manejarse”.

Recordó que “FAIMA está integrada por 28 cámaras de todo el país y en general son todas pymes” y, consultado sobre la actividad maderera, señaló que “hay mucha reactivación en el norte del país. Hay problemas en Chaco y Misiones por falta de madera, porque se están exportando los rollizos y se está viendo que primero se abastezca el mercado local. En Tierra del Fuego seguimos a la espera de Papá Noel, no se ha reactivado para nadie y no se considera al sector maderero, así que seguimos remando. Yo quería reactivar mi fábrica pero en esta situación es muy difícil porque no hay trabajo. No se puede abrir la fábrica, tomar empleados con lo que implican las cargas sociales y los sueldos del personal, y estar en situación crítica a los cinco meses. La fábrica que tengo tiene cuatro máquinas computarizadas y es de alta producción. Creo que fue un error porque no están dadas las condiciones para hacer 30 puertas. Uno pensaba que iba a haber mayor volumen de actividad”, manifestó.

“Somos muy pocos los que estamos defendiendo los intereses a nivel nacional. Es necesario el puerto de Río Grande, que lo usan como bandera política pero después se olvidan. Es la salida de la isla grande, no solamente para no cruzar por Chile sino para sacar la producción. Pasan los años, los gobiernos y no hacen nada”, cuestionó.

Impuesto a la riqueza

Gallardo mencionó que “antes de que saliera este impuesto yo dije que era aplicable a Tierra del Fuego y así fue. Ahora se modificó el piso de Ganancias pero nosotros estamos exentos y cambió la escala de la alícuota, que va del 25 al 35%. Se querían gravar nuevamente los intereses de los plazos fijos y, en caso de gravarse, no creo que quedemos exentos. Es tanta la necesidad de recursos que tiene el Estado que ni siquiera le queda oxígeno para reactivar la construcción, con tantos subsidios. La gente está muy enojada y no hay subsidio que los satisfaga. Creo que esto se va a notar en las próximas elecciones y los gobernantes de turno van a ser los más castigados, no porque hayan hecho una mala gestión sino por la bronca que existe en la gente, dado que nada es suficiente ante esta pandemia”, avizoró.

Sin proyectos

También fue crítico de la falta de proyectos para bosques nativos. “En FAIMA tenemos las distintas comisiones y dentro de ellas está la de bosques nativos. Por esa ley se otorga cierta cantidad de dinero cuando presentan proyectos las distintas provincias y Tierra del Fuego está incluida. Yo tengo la suerte de que me acompañen dos ingenieros forestales de la provincia, Ricardo Vukasovic y Gustavo Cortés, que integran la comisión de bosques nativos por CAFUFAMA. Creo que el 40% es privado y el 60% del Estado del bosque productivo y estamos a la espera de que se reactiven sectores de la economía que no pasen por la electrónica”, dijo.

“Seguimos con la famosa ampliación de la matriz productiva pero no veo ningún tipo de avance. Hoy estamos rezando para que prorroguen el subrégimen y creo que lo van a prorrogar, pero con condiciones y es lógico, porque ya Tierra del Fuego está poblada. Yo estuve en Vigo, España, donde vi fábricas de enlatado de distinto tipo de crustáceos, centollas, merluzas y plantas con 200 ó 300 empleados. No entiendo por qué no se apunta a eso todavía. No sé hasta dónde van a esperar que nos llegue el agua. Hay que adivinar qué quieren hacer nuestros gobernantes. O nos sorprenden con un tremendo proyecto de ampliación de la matriz productiva con hechos concretos o se quedaron dormidos en los laureles. Ojalá aparezca algo serio e importante y que empiecen a anunciar algo. No sé si el borrador es de máxima seguridad o secreto de Estado, porque he escuchado hasta al presidente de AFARTE decir que no lo conoce. No sé qué tanto esconden, lo único que sé es que la mayoría de las actividades están paradas, no sólo la madera sino la construcción”, concluyó.