Planean subir la fabricación en Tierra del Fuego

AFARTE proyecta un crecimiento de entre 10% y 15% para 2021, respecto del 2020 en la fabricación de televisores, celulares y aires acondicionados, por una recuperación de la demanda. Así lo adelantó a BAE Negocios el presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), Federico Hellemeyer.

Río Grande (BAEnegocios).- Entre enero y noviembre de 2020, según datos a los que accedió BAE Negocios, la producción electrónica tuvo bajas respecto al 2019, excepto en los televisores que mejoraron su situación.

Mientras los números del año pasado siguen mostrándose negativos, los fabricantes de televisores, celulares y aires acondicionados proyectan un crecimiento de entre 10% y 15% para 2021, respecto del 2020, por una recuperación de la demanda.

Así lo adelantó a BAE Negocios el presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), Federico Hellemeyer. En medio de un derrumbe en el consumo de electrodomésticos y equipos de tecnología, la producción de televisores se incrementó un 16,1% entre enero y noviembre (1.860.671 unidades), en comparación con los primeros once meses del 2019.

De todos modos, el consumo de televisores se derrumbó 10,6% según Afarte. En lo referente a los aires acondicionados, el período enero-noviembre mostró una caída de la producción del 2,1%. En tanto, las compras bajaron 20,2% frente a dicho lapso de 2019.

Respecto de los teléfonos móviles, la producción se desplomó 17,2% en los primeros once meses. El consumo descendió 15,5%, con una venta de 5.396.117 celulares.

Castigo de pandemia

Hellemeyer expresó a este medio que «la pandemia tuvo un grave efecto. En 2020, claramente no se cumplieron las expectativas, viniendo de un 2019 con mucha caída; tenemos una expectativa postergada hacia el año que viene».

«Esperábamos que se dinamizara la economía y creciera el mercado, después de valores 2019, que fueron piso de los últimos 10 años»

«En marzo vino el ‘mazazo’ de la pandemia. Vivimos un año con dos restricciones, una por el lado de la demanda y otra por el lado de la oferta; la demanda afectada por las medidas sanitarias que generaron una consecuencia en el poder adquisitivo de los consumidores, claramente menor consumo», se explayó el directivo.

«La segunda restricción del lado de la oferta: tres meses de fábricas paradas, un cuarto del año, la falta de stock que hubo, ajustes de protocolos, menor eficiencia productiva», finalizó Federico Hellemeyer.