Para el jubilado municipal Eduardo Cabral, la reciente reforma de la OSEF “no va traer ninguna solución, ojalá me equivoque, pero creo que es más de lo mismo”. Hizo fuerte cuestionamientos al manejo de la obra social y aseguró que “está siendo desfinanciada y nadie parece hacerse cargo de la situación”, afirmó. Entendió que “para que OSEF sea sustentable los estatales tienen que ganar unos dos millones de pesos”. Dijo que hay más de 30 mil trabajadores activos y unos 7.500 pasivos estatales en la provincia.
Río Grande.- En una reciente entrevista con ‘La mañana de la Tecno’ en Radio Universidad 93.5 MHz, Eduardo Cabral, jubilado municipal y experto en temas relacionados con la Caja de Previsión, se abordaron preocupaciones críticas sobre la situación financiera de la obra social y las decisiones del directorio de la Caja. Cabral, conocido por su compromiso con la defensa de los derechos de los jubilados, destacó el reciente voto negativo de Patricia Blanco, integrante del directorio, respecto a un préstamo de 2.700 millones de pesos destinado a OSEF, esto fue antes de la votación de la Legislatura reestructurando la obra social.
Cabral comenzó agradeciendo a Blanco por mantener informados a los jubilados, a pesar de que sus decisiones puedan no ser del agrado de todos. “Es fundamental que los jubilados estemos al tanto de lo que sucede con nuestros fondos”, afirmó. En su opinión, el voto negativo de Blanco es un acto de responsabilidad que buscó proteger los sueldos de los jubilados. “Si seguimos desfinanciando la Caja, corremos el riesgo de que los jubilados empecemos a cobrar en cuotas, como sucedió en el pasado”, advirtió.
El exjubilado municipal también criticó la gestión del Gobierno provincial, señalando que la Caja ha prestado grandes sumas de dinero al Estado fueguino para proyectos como la finalización de un hospital, pero que esos fondos no siempre se utilizan de manera adecuada. “De los 4.000 millones de pesos que se prestaron, solo una parte fue destinada al hospital, el resto se desvió”, explicó. Según Cabral, esta falta de control y transparencia en el uso de los fondos es un factor que contribuye a la crisis actual de la obra social.
“El otro día lo hemos escuchado a la delegada de la OSEF en Ushuaia a la que le hicieron una nota, que compraron un medicamento por 280 millones de pesos, cuando si se lo hubiere comprado en la droguería, les salía 20 millones de pesos”, citó como ejemplo.
Cabral no dudó en calificar la situación de la obra social como un “desmanejo” que ha llevado a su destrucción. “Antes era un ejemplo en el país, pero ahora está en ruinas”, lamentó. Criticó la falta de control sobre los gastos y la contratación de servicios, mencionando casos de sobreprecios en medicamentos y prestaciones. “La obra social está siendo desfinanciada y nadie parece hacerse cargo de la situación”, afirmó.
“José María Martín y Franco Tomasevich no hicieron nada”
Eduardo Cabral dijo “los distintos directores y los distintos presidentes y gobernadores y gobernadoras han llevado a la OSEF a su destrucción por distintos negociados, pura y exclusivamente negociados, esto lo han dicho inclusive estos dos directores impresentables de la obra social, tanto José María Martín como FrancoTománevich, dos impresentables. En su momento cuando ellos asumieron, a los dos o tres meses hicieron una reunión con los jubilados acá en Río Grande. Y ellos mismos, los dos, nos explicaron cómo ellos, con dos decisiones, evitaron que la obra social en ese momento pagara 150 millones de pesos más, pero no hubo ninguna denuncia. Fue en medicamentos y con el Hospital Italiano que quería facturar por mil prestaciones y no tenían cómo justificarlo porque nadie los controla”.
Cuando se le preguntó si había algún intento de privatización o nacionalización de la Caja, Cabral fue contundente: “Esto es puro negociado. Los directores de la obra social han permitido que se cometan irregularidades sin denunciar a sus predecesores”. Además, destacó que la falta de acción por parte de los sindicatos, que han estado involucrados en la gestión de la obra social, ha contribuido a la crisis actual.
Cabral también abordó la necesidad de una reforma en la obra social, sugiriendo que se requiere un mayor control sobre los gastos y una auditoría efectiva. “El Tribunal de Cuentas en la obra social parece no estar haciendo su trabajo”, criticó. Según él, es esencial que se realicen auditorías concretas para identificar y eliminar los desmanejos que han llevado a la obra social a su estado actual.
El jubilado también hizo hincapié en la importancia de que los trabajadores del Estado reciban salarios justos. “No es lo mismo que un trabajador gane 900.000 pesos que uno que gane 2.000.000 de pesos. Los aportes a la obra social dependen de los salarios de los trabajadores”, explicó. Cabral argumentó que, si se mejoran los salarios, también se incrementarán los aportes a la OSEF, lo que podría ayudar a estabilizar su situación financiera.
En cuanto a la cantidad de jubilados que dependen de la Caja de Previsión, Cabral estimó que hay más de 7.500, muchos de los cuales ganan menos de un millón de pesos al mes. “La mayoría de los jubilados municipales están en una situación precaria, y muchos de ellos no pueden cubrir sus necesidades básicas, como la compra de medicamentos”, advirtió.
Cabral concluyó que la solución a la crisis de la obra social no solo pasa por la reestructuración de la misma, sino también por un cambio en la forma en que se gestionan los recursos. “Es fundamental que se eliminen los ‘ñoquis’ y que se realice un control efectivo sobre los gastos. Solo así podremos garantizar una mejor atención para los afiliados”, afirmó.
La situación de la Caja de Previsión y la obra social en Tierra del Fuego es un tema complejo que requiere atención urgente. Las palabras de Eduardo Cabral resaltan la necesidad de un cambio en la gestión y un compromiso real por parte de las autoridades para asegurar el bienestar de los jubilados y trabajadores de la provincia.
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