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El tema de las salmoneras vuelve a la agenda política tras las declaraciones del gobernador Gustavo Melella sobre la posibilidad de habilitar la cría de salmones “en toda la costa marítima del Atlántico”, Nancy Fernández de la asociación ambientalista Mane’kenk, salió al cruce observando que “instalar la acuicultura en la costa del Atlántico es probablemente inviable por cuestiones ambientales y por cómo se da la marea en la zona norte”, explicó. Asimismo denunció que “los empresarios comienzan a presionar al Gobierno provincial para dar de baja la Ley 1355 que prohíbe la salmonicultura en el Beagle”. “Parece que mientras pasan cosas graves en nuestro país, se instalan relatos y todos debatimos sobre eso, como una especie de hámster que corre en una ruedita”, reflexionó.

Ushuaia.- Nancy Fernández, referente de la asociación ambientalista Mane’kenk y docente de la UNTDF, habló con Radio Provincia en relación a las declaraciones del gobernador Gustavo Melella sobre la posibilidad de habilitar la cría de salmones “en toda la costa marítima del Atlántico”, tema que ha generado un intenso debate en la comunidad, especialmente en el contexto de las preocupaciones ambientales y económicas que rodean la industria salmonera.

Incluso hay vigente una norma aprobada por unanimidad en la Legislatura, la ley Provincial N° 1355 de Tierra del Fuego, sancionada el 30 de junio de 2021, que prohíbe toda actividad de cultivo y producción de salmónidos en las aguas lacustres y marítimas de la provincia. Esta ley tiene como objetivo proteger el ecosistema y la biodiversidad de la zona, especialmente el Canal Beagle.

Nancy Fernández comenzó su intervención recordando que, a pesar de que se creía que ciertas discusiones estaban superadas, el tema de la salmonicultura ha vuelto a la agenda pública. “Estamos en 2018 de vuelta”, afirmó, refiriéndose a la repetición de debates que ya se habían planteado en el pasado. La docente destacó que la cría de salmones en la costa del Atlántico presenta serias dificultades logísticas y ambientales, lo que hace que la propuesta sea inviable. “Instalar la acuicultura en la costa del Atlántico es probablemente inviable por cuestiones ambientales y por cómo se da la marea en la zona norte”, explicó.

Uno de los puntos críticos que Fernández mencionó es la necesidad de aguas tranquilas y someras para la cría de salmones, características que no se encuentran en la costa del Atlántico. “La cría de salmones requiere de ambientes de aguas muy someras, aguas muy tranquilas. En Chile, por ejemplo, no hay oleajes ni alta diferencia de marea que afecten la producción”, indicó. Esto pone de manifiesto que la geografía y las condiciones ambientales de Tierra del Fuego no son adecuadas para esta actividad.

Además, Fernández advirtió sobre la manipulación del discurso en torno a la salmonicultura. “Parece que mientras pasan cosas graves en nuestro país, se instalan relatos y todos debatimos sobre eso, como una especie de hámster que corre en una ruedita”, reflexionó. En este sentido, hizo hincapié en la importancia de no desviar la atención de problemas más urgentes, como la falta de inversión en ciencia y tecnología, que ha sido un tema de protesta en todo el país.

La docente también aclaró que la cría de salmones no está prohibida en toda la provincia, sino que existen restricciones específicas en ciertos cuerpos de agua. “No está prohibido hacerlo en Tierra del Fuego, lo que está prohibido es en el canal Beagle y en lagunas y en los lagos de la provincia”, explicó. Esto significa que, si un empresario desea producir truchas o salmones, puede hacerlo en otras áreas, siempre que se respeten las normativas vigentes.

Fernández también se refirió a las declaraciones de empresarios que buscan modificar la ley provincial 1355, que prohíbe la producción de salmones en aguas marítimas y lacustres. “Los empresarios comienzan a presionar al Gobierno para dar de baja a esa ley”, advirtió, sugiriendo que esta presión podría llevar a cambios legislativos que permitan la cría de salmones en la región.

Sin embargo, la docente fue clara al afirmar que, a pesar de las intenciones de algunos empresarios, la comunidad de Tierra del Fuego está comprometida con la protección del medio ambiente. “La comunidad va a rechazar ese tipo de modelo. La salmonicultura tal como la conocemos en Chile no se va a instalar en Tierra del Fuego”, aseguró. Además, enfatizó que la rentabilidad de la industria salmonera en la región sería cuestionable debido a los altos costos logísticos y a las limitaciones ambientales.

Fernández concluyó su intervención reafirmando la necesidad de un debate serio y responsable sobre el tema. “Los empresarios en los medios pueden decir lo que quieran, pero a la larga, las empresas hacen lo que el Estado les permite hacer”, afirmó. La comunidad, junto con organizaciones ambientales, seguirá vigilante y activa en la discusión sobre la salmonicultura y su impacto en el entorno.

En resumen, la posición de Nancy Fernández y la asociación Mane’kenk es clara: la cría de salmones en la costa del Atlántico de Tierra del Fuego presenta desafíos insuperables y no debe ser considerada como una opción viable. La defensa del medio ambiente y la búsqueda de alternativas sostenibles son fundamentales en el futuro de la región.

Declaraciones del gobernador Gustavo Melella

El gobernador Gustavo Melella reveló al Diario Clarín y replicada en otros medios nacionales, que su administración trabaja en la normativa para habilitar la cría de salmones y truchas en la costa atlántica de Tierra del Fuego, desde Península Mitre hasta San Sebastián, además de lagos y lagunas del interior.

“Estamos trabajando la ley para habilitarla en toda la costa marítima del Atlántico, desde la Península Mitre hasta San Sebastián y en algunos lagos y lagunas. Somos conscientes de la necesidad de cuidar el ambiente, pero también tenemos que generar empleo”, sostuvo en una entrevista publicada este fin de semana por el diario Clarín.

Las declaraciones marcan un punto de inflexión, ya que actualmente la salmonicultura está expresamente prohibida en la provincia por la Ley 1355, sancionada por unanimidad en 2021, tras un amplio consenso entre organizaciones ambientales, científicas y sociales.

Aunque Melella no precisó si el proyecto en cuestión será presentado por el Ejecutivo, sus palabras se alinean con la iniciativa ya ingresada en la Legislatura por el bloque de La Libertad Avanza, que propone derogar la ley vigente y habilitar la salmonicultura bajo estándares internacionales. El legislador Agustín Coto, de Republicanos Unidos, ya había manifestado públicamente su intención de avanzar en esa dirección.

El debate sobre la cría intensiva de salmónidos resurgió en 2023, cuando el empresario Rubén Cherñajovsky, fundador de Newsan, expresó su interés en revertir la prohibición. “Estamos peleando para que nos dejen hacer salmón porque creemos que se puede hacer cuidando el medio ambiente, como se hace en todo el mundo”, afirmó en una entrevista, destacando el potencial económico de la actividad y comparándola con el modelo chileno.

Chile exporta más de 5.000 millones de dólares anuales en salmón, mientras que en Argentina esta industria es prácticamente inexistente. En este contexto, Melella apuntó que la salmonicultura sería una de las vías para diversificar la economía fueguina, en el marco del plan de ampliación de la matriz productiva centrada en el FAMP (Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva de Tierra del Fuego), que contempla inversiones en la industria petroquímica, obras portuarias y el desarrollo de servicios vinculados a la actividad antártica.