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Un vecino afirmó que, pese a que el conductor no tenía licencia, RTO, seguro ni documentación —y que el vehículo registraba restricción de circulación y pedido de secuestro—, los agentes municipales no retuvieron el rodado por falta de grúa. El damnificado realizará presentaciones ante el Municipio y la Justicia.

Río Grande.- Cristian Sánchez, vecino de Río Grande, denunció públicamente el accionar de agentes municipales de Tránsito luego de un accidente ocurrido el pasado miércoles en la intersección de Leloir y Malvinas Argentinas, frente a la ex planta Brightstar. Según relató, pese a que el otro conductor no contaba con ningún tipo de documentación habilitante y que el vehículo tenía pedido de secuestro, los inspectores permitieron que el auto siguiera circulando “como si nada”.

El hecho ocurrió cuando Sánchez circulaba junto a su familia hacia la agencia Bridge. En ese momento —según su testimonio— un Fiat Uno salió desde calle Leloir y, pese a que él detuvo la marcha, el otro vehículo avanzó y lo impactó de frente sobre el lado izquierdo.

“Cuando me bajo le pido el seguro y me dice que no tenía. Le dije que debía llamar a la policía. Empezó a gritar y tenía un fuerte olor a marihuana”, relató. Tras su aviso, efectivos policiales llegaron al lugar y, al constatar el estado del conductor, convocaron a personal de Tránsito municipal.

Ambos conductores fueron sometidos al test de alcoholemia, que arrojó resultado negativo. Sin embargo, según Sánchez, la situación documental del Fiat Uno era crítica: el joven no tenía licencia de conducir, seguro, cédula verde ni autorización para circular. Solo presentó un papel a nombre de otra persona.

La inspectora de Tránsito que intervino le informó que el conductor se llamaría Martín Lucas Millache y permitió que Sánchez fotografiara el papel exhibido por el joven, donde figuraban nombre y domicilio de una presunta titular del vehículo.

La trama detrás del auto: sin papeles, con denuncia de venta y pedido de secuestro

Al retirarse del lugar, Sánchez decidió ubicar a la mujer que figuraba en la documentación. Según contó, vivía a pocas cuadras, en una calle del barrio Malvinas Argentinas (ex Chacra XIII). Una vez allí, se encontró con nuevas irregularidades: la mujer le aseguró que ya había vendido el auto, que había realizado el denuncio de venta, y que además el Fiat Uno tenía restricción para circular y pedido de secuestro.

La supuesta ex propietaria le envió por WhatsApp y correo electrónico toda la documentación respaldatoria. Con esa información, Sánchez regresó al lugar del choque, donde aún estaban el vehículo y los agentes de Tránsito. Allí, la inspectora incluso le pidió que le enviara esos datos a su teléfono personal.

Luego, Sánchez localizó a la persona que debería haber completado la transferencia del auto. Ésta, según su relato, admitió que lo había comprado “para revenderlo” y que se lo había vendido “a un gitano”.

“No lo secuestramos porque no había grúa”

Al día siguiente, jueves, Sánchez se presentó en las oficinas de Tránsito para conocer el estado de la actuación oficial. La respuesta que asegura haber recibido lo indignó aún más: “Me dijeron que no secuestraron el auto porque no tienen grúa, así que lo devolvieron y se fue manejando un conocido del que me chocó”.

Ese mismo día, horas más tarde, volvió a cruzarse con el Fiat Uno: “Iba a alta velocidad, repleto de gente, circulando como si nada”, afirmó.

Acciones legales

Frente a lo que considera un “proceder negligente y peligroso” por parte de los inspectores municipales, Sánchez adelantó que el lunes realizará una presentación formal por Mesa de Entradas de la Municipalidad. Además, durante la semana radicará una denuncia en Fiscalía. “Es una vergüenza”, concluyó.