Productores, cultivadores y organizaciones celebran el fin de siete años de espera y proyectan un escenario donde la salud, la industria y la ciencia convergen en una de las provincias más activas del país en materia cannábica. Hoy domingo habrá nueva jornada informativa a las 16.30 en la Costanera de Río Grande, frente al playón municipal. Habrá músicos, murgas, un DJ y, sobre todo, stands informativos.
Río Grande.- La reglamentación provincial de la ley de cannabis medicinal tardó siete años, pero cuando finalmente llegó, encontró a Tierra del Fuego con una comunidad organizada, técnicamente formada y lista para dar el salto que durante tanto tiempo reclamó. En los estudios radiales, el ingeniero químico Natanael Farina —referente de la Asociación Civil Cannabis Medicinal Austral e integrante de la Federación Canábica Fueguina— y Guillermo López Barrios, referente de Terpenos del Sur, sintetizaron el clima de época: alivio, entusiasmo y la sensación de que se abre una oportunidad histórica para la salud pública y para una nueva cadena productiva con capacidad de generar empleo genuino.
“Es un paso gigantesco”, repiten ambos. No es una frase vacía: durante años, cientos de usuarios medicinales dependieron de prescripciones emitidas en otras provincias, controles remotos, viajes costosos y un Reprocann nacional colapsado, con expedientes que llevan más de dos años sin resolverse.
Hoy la realidad empieza a cambiar.
La expo agroproductiva: un puente entre la comunidad canábica y la sociedad

Ingeniero Químico Natanael Farina referente de la Asociación Civil Cannabis Medicinal Austral e integrante de la Federación Cannábica Fueguina.
Farina —ingeniero recibido en la UTN, industrialista confeso y una de las voces más técnicas del sector— contó su experiencia reciente en la Expo Agroproductiva organizada por el Municipio de Río Grande. Allí, aseguró, quedó en evidencia el interés social y la diversidad de públicos que se acercan a consultar.
“Hablamos con gente de todos lados; vino incluso una médica alemana y un chico de 13 años que nos sorprendió. Nos dijo: ‘es una planta más’”, contó por ‘La mañana de la Tecno’ en Radio Universidad 93.5 MHz.
La Expo también funcionó como un espacio de divulgación científica, donde cientos de vecinos pudieron conocer procesos de extracción, métodos de análisis cromatográfico y los avances en el cultivo para uso medicinal. “Es muy importante tener espacios para desarmar prejuicios”, señaló Farina. Y, a su vez, reforzó la perspectiva histórica: el cannabis, recordó, se utiliza desde hace miles de años en civilizaciones de Oriente Medio y China.
Industria, empleo y desarrollo: el sueño posible
Más allá del aspecto terapéutico, Farina puso el foco en un tema que pocos han dimensionado: el potencial industrial del cannabis.
“No hay discusión respecto a la potencialidad productiva”, apuntó. “En Argentina ya existen informes que hablan de 60.000 empleos directos y una recaudación impositiva millonaria”.
En Tierra del Fuego, agregó, la cadena ya empezó a desplegarse: fábricas locales de sustratos, producción de luminarias, desarrollo de fitomejoradores, expertos en formulación de aceites y cremas, análisis laboratorio gratuito y acompañamiento técnico.
La industrialización del cannabis —sostiene— podría convertirse en uno de los motores que hoy necesita una provincia en plena transición económica.
Guillermo López Barrios: “El dolor no espera”

Guillermo López Barrios, referente de Terpenos del Sur.
Desde Terpenos del Sur, Guillermo López Barrios puso el eje en la dimensión humana. En las historias concretas. En las urgencias.
“El dolor no espera”, dijo, y la frase quedó flotando en el estudio.
Para muchas familias fueguinas, acceder a un tratamiento cannábico implicaba depender del REPROCANN nacional, que demoraba meses o años. Las organizaciones sociales solicitaron durante años un marco provincial que otorgara seguridad jurídica y acompañamiento terapéutico integral.
Hoy, con la reglamentación vigente, la provincia puede controlar, autorizar y acompañar a los usuarios de manera directa.
El impacto es inmediato:
Entre 600 y 700 pacientes en Tierra del Fuego ya están bajo seguimiento terapéutico.
Médicos públicos y privados se capacitan formalmente en el sistema endocannabinoide gracias a una diplomatura impulsada por el Municipio de Río Grande.
El análisis cromatográfico es gratuito, una herramienta crucial para garantizar calidad y seguridad.
OSEF y otros organismos se incorporaron al esquema regulatorio.
“No es lo mismo un acompañamiento virtual que tener un profesional acá, que te ajusta el tratamiento cuando lo necesitás”, remarcó López Barrios.
Un derecho a elegir la terapéutica
Los referentes explicaron que el cannabis no reemplaza necesariamente otros tratamientos, ni “cura”, pero mejora la calidad de vida con menos efectos adversos y permite a muchos reducir su consumo de fármacos convencionales.
“El cannabis es un traje a medida”, explicaron. Cada paciente responde distinto, y por eso la combinación entre ciencia, seguimiento médico y cultivo responsable es tan relevante.
La reglamentación también permitirá que muchas ONG que antes no podían acceder al REPROCANN, por falta de control territorial, ahora operen de manera legal y con supervisión del Ministerio de Salud provincial.
El encuentro del domingo: convocar, informar y derribar mitos
Las organizaciones se preparan para una nueva jornada informativa este domingo a las 16.30 en la Costanera de Río Grande, frente al playón municipal. Habrá músicos, murgas, un DJ y, sobre todo, stands informativos.
El propósito es doble: acompañar a quienes se acercan por primera vez y reforzar el trabajo de articulación con la comunidad médica y el Estado.
“Queremos que la gente se acerque, pregunte, evacue dudas. Que sepan que no están solos”, señaló López Barrios.
El principio de un cambio profundo
La reglamentación no es la meta final, es el punto de partida. Lo que viene ahora —coinciden Farina y López Barrios— es ordenar, articular y profesionalizar un ecosistema que en Tierra del Fuego lleva años de trabajo silencioso y militante.
Con profesionales formados, organismos estatales involucrados y una comunidad organizada que exige derechos y garantías, la provincia se encamina a posicionarse como uno de los polos más dinámicos de la industria cannábica nacional.
Mientras tanto, el mensaje hacia los pacientes fue claro y directo: “Acérquense. Pregunten. La salud y la información también son un derecho”.

















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