El 19 de agosto de 1948 se sancionaba la Ley 13.229 que dio origen a la Universidad Obrera Nacional (UON), antecedente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). De la mano de la gratuidad universitaria, se convirtió en un verdadero símbolo de movilidad social ascendente. “La universidad se llenó de hijos de obreros”, recordaba Juan Domingo Perón, su creador. “Cuando se asume el dominio de la tecnología y de la producción industrial, adquiere grados de libertad y soberanía que para los países dominantes son contrarios a sus intereses”, expresó el Decano de la UTN fueguina, Ing. Mario Ferreyra.
Río Grande.- Nacida para formar profesionales de origen trabajador y responder a las necesidades de la industria nacional, la UON/UTN se convirtió —de la mano de la gratuidad universitaria— en un verdadero símbolo de movilidad social ascendente. “La universidad se llenó de hijos de obreros”, recordaba Juan Domingo Perón, su creador.
“Celebramos 77 años de historia en este 2025, reafirmando nuestra misión: una universidad pública, federal y tecnológica, que sigue transformando realidades y construyendo futuro, en un contexto complejo, pero con la voluntad firme de nuestros docentes que con vocación asumen el desafío diario de formar profesionales a pizarrón y tiza”, expresó el Decano de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional, ingeniero Mario Félix Ferreyra.
Cabe recordar que en 2019, Ferreyra, quien es también secretario de Políticas Universitarias del Rectorado nacional de la UTN, impulsó un homenaje en Buenos Aires al General Juan Domingo Perón en la Quinta San Vicente y al primer Rector de la UON, Pascual Conditi.
El ingeniero Ferreyra recordó que la UTN “nació como la Universidad Obrera Nacional y en su composición directiva estaban todos los dirigentes de los gremios. Perón presentó el proyecto de Ley el 19 de agosto de 1948, o sea que se cumplieron 71 años en ese momento y hoy celebramos los 77 años, y de alguna manera estas placas que se colocaron son una iniciativa de la Regional Tierra del Fuego para rendirle homenaje al fundador de nuestra universidad y es la primera vez que nuestra facultad se hace presente en la Quinta San Vicente”.
“Fue muy grato el encuentro porque también los No Docentes dejaron una placa que diseñamos en Tierra del Fuego y las palabras alusivas estuvieron a cargo de ‘Anita’ Milano”, confió.
En este sentido, indicó que “fue una ceremonia muy emotiva y pluralista. La Universidad no debe tener una política partidaria sino académica y de reconocimiento de su historia como corresponde. Hay que ser justos y todavía debemos conocer dónde están los restos de Cecilio Pascual Conditti, porque también hay que homenajear a nuestro primer Rector y reconocer su valentía de asumir la responsabilidad de conducir una casa de altos estudios hecha por trabajadores para dar satisfacción a la formación de profesionales requeridos por un plan político de industrialización del país que se había iniciado en esa época”.
“También hay que recordar –continuó- que industrializar nuestro país significó para los argentinos una tremenda lucha y una descalificación permanente por parte de las grandes potencias industriales que veían en Perón una persona peligrosa y a los obreros argentinos por cuanto la industrialización, un proceso que se inicia en Argentina a mitad de Siglo XX, que también contagió al resto de los países latinoamericano”.
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