En su habitual columna por Radio Universidad, el economista fueguino Federico Rayes analizó el impacto de la ley de acuicultura, la posibilidad de una bolsa de valores en Ushuaia y el nuevo esquema cambiario impulsado por el Banco Central. Un diagnóstico crudo sobre oportunidades, desconfianzas y los desafíos estructurales de la economía fueguina y nacional.
Río Grande.- En diálogo con “La mañana de la Tecno”, por Radio Universidad 93.5 MHz, el titular de la Consultora Ecotono, Federico Rayes, trazó un completo panorama sobre los principales debates económicos que atraviesan a Tierra del Fuego y al país, desde la reciente aprobación de la ley de acuicultura hasta los movimientos del dólar y las señales del Banco Central.
Con la premura propia de una charla realizada “a las corridas” desde un aeropuerto, Rayes no esquivó definiciones y dejó conceptos que invitan a una lectura más profunda de los procesos en marcha.
Acuicultura: oportunidad abierta, confianza dañada
Al referirse a la ley de acuicultura y a la controversia que generó su tratamiento, el economista fue categórico: el problema central no estuvo tanto en el contenido normativo como en la forma en que se llevó adelante el proceso político.
“La manera en que se dio fue muy mala para la provincia y eso genera desconfianza”, sostuvo, al recordar que Tierra del Fuego pasó de una prohibición total a un esquema de flexibilización, sin una discusión amplia, clara y sostenida de cara a la sociedad.
Rayes planteó que la provincia necesita nuevas oportunidades productivas y que muchas veces estas se pierden por regulaciones excesivamente rígidas. En ese sentido, consideró positiva la revisión de la normativa, aunque advirtió que una ley solo abre una posibilidad: las inversiones reales dependen de análisis de costos, tiempos y condiciones de rentabilidad que pueden demorar años.
En materia ambiental, fue enfático en la necesidad de proteger las aguas del Canal Beagle y garantizar la inocuidad de los productos. Reconoció que existen herramientas técnicas para hacerlo, pero remarcó un punto clave: aplicar controles estrictos es más costoso, y ese costo condiciona el modelo de negocio posible.
Allí introdujo una distinción relevante: solo los esquemas “premium”, capaces de colocar productos a valores diferenciales en mercados específicos, pueden absorber esos costos. En ese marco, mencionó como alternativa más viable el cultivo de trucha arcoíris, una actividad de menor escala que ya se desarrolla en otras regiones del país, como la cuenca del río Limay.
¿Una bolsa de valores fueguina?
Otro de los ejes de la entrevista fue la posibilidad de crear una bolsa de valores en Tierra del Fuego, con sede en Ushuaia, iniciativa que comenzó a circular en ámbitos empresariales.
Rayes definió el proyecto como “muy desafiante”, pero necesario frente a una de las grandes falencias estructurales de la economía argentina: la escasa profundidad de los mercados y la dificultad de acceso al financiamiento.
“Los mercados permiten transferir ahorro hacia inversión”, explicó, y recordó experiencias similares en otras provincias, muchas de ellas ligadas al agro y a la financiación de commodities. En el caso fueguino, sostuvo que no se trata de replicar el modelo de la Bolsa de Buenos Aires, sino de avanzar de manera gradual, incorporando instrumentos más modestos pero igualmente útiles.
En particular, destacó el potencial de este tipo de herramientas para fondear proyectos de gran escala, especialmente en el sector turístico, uno de los motores actuales del desarrollo provincial.
Dólar, bandas y reservas: un ajuste esperado
Finalmente, el economista se refirió al nuevo esquema cambiario anunciado por el Banco Central y a la suba del dólar registrada tras la decisión oficial. Lejos de la sorpresa, señaló que se trataba de un movimiento largamente anticipado por el mercado.
“Era algo que estaba completamente sobre la mesa”, afirmó, y consideró que el ajuste va en el sentido correcto, ya que amplía la flexibilidad dentro de las bandas cambiarias y habilita al Tesoro a comenzar a comprar divisas.
Rayes explicó que este proceso se dará en un contexto donde comenzará una fuerte liquidación de trigo y, más adelante, del resto del complejo agroexportador, lo que podría aportar aire al mercado cambiario. A ello se suma, según indicó, la baja del riesgo país y la expectativa de recuperar acceso al financiamiento internacional.
“Son tensiones propias del camino que hay que atravesar”, resumió, al tiempo que remarcó que el objetivo de fondo es acumular reservas genuinas y encarar con mayor solidez el rollover de la deuda.
Un cierre con balance y expectativa
Antes de despedirse, Rayes agradeció el espacio radial y dejó un mensaje que funcionó casi como síntesis de su mirada: la Argentina y Tierra del Fuego atraviesan procesos complejos, con correcciones inevitables, pero también con oportunidades que no deberían desaprovecharse si se construye confianza, previsibilidad y reglas claras.
Un diagnóstico realista, sin euforias ni catastrofismos, que invita a pensar el desarrollo desde el largo plazo y no solo desde la coyuntura.

















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