El economista Federico Rayes analizó la caída del empleo industrial en octubre, los efectos inmediatos de la flexibilización del proceso productivo electrónico, la competencia que traerán los celulares importados desde enero y el rol que jugará la reactivación del consumo. Además, evaluó el cierre del ciclo de Letras del Tesoro provincial y qué implica para la liquidez de Tierra del Fuego.
Río Grande.- En su columna semanal por ‘La mañana de la Tecno’ en Radio Universidad 93.5 MHz y con una nota cargada de datos, contexto y advertencias, el economista Federico Rayes —titular de la consultora Ecotono— volvió a poner bajo la lupa el presente y el futuro inmediato de la economía fueguina. Desde la continuidad de la caída del empleo industrial hasta la inminente reducción de aranceles para los celulares importados, pasando por la discusión política del subrégimen y el cierre del ciclo de Letras provinciales, Rayes describió un escenario “complejo, pero no necesariamente catastrófico”, donde el factor decisivo será la evolución del consumo nacional.
La primera señal roja: caída del empleo textil
Rayes confirmó que el mes de octubre volvió a mostrar una caída del empleo industrial directo. En esta ocasión, el impacto provino casi exclusivamente del sector textil y confeccionista, golpeado por el cierre de firmas como Sueño Fueguino y Blanco Nieve.
“Hay alrededor de 190 puestos de trabajo menos solo en ese rubro”, dijo. La electrónica, en cambio, continúa estable en niveles que oscilan entre los 7.300 y 7.500 empleos.
La industria electrónica tampoco vive su mejor momento, pero “por ahora no se ven impactos extraordinarios en celulares ni televisores”. Sin embargo, la comparación histórica es contundente: Tierra del Fuego llegó a producir 1.4 millones de celulares por mes en sus mejores años. Hoy fabrica entre 550.000 y 560.000.
Enero, el mes clave: arancel cero para celulares importados
Uno de los nudos más sensibles del debate público es el impacto que tendrá la quita de aranceles para los teléfonos celulares que ingresen al país desde enero. El Gobierno Nacional ya dio una señal para amortiguar el golpe: flexibilizó el proceso productivo del régimen fueguino.
Rayes destacó tres cambios decisivos:
1.- Menor porcentaje de integración requerida.
2.- Eliminación de requisitos de insumos nacionales (manuales, cajas, folletería).
3.- Eliminación de excepciones y rigideces que encarecían la producción.
Esto bajará costos, pero también tiene una consecuencia directa: “Si eliminás un proceso, eliminás a la persona que hace ese proceso”. En un país con altos costos laborales, el impacto sobre el empleo será inevitable en algunas líneas.
Sin embargo, Rayes remarcó que sigue existiendo una ventaja impositiva: los productos fueguinos pagarán cero impuesto interno, mientras los importados abonarán 9,5%.
¿Habrá pérdida de ventas? ¿Caerá la calidad?
Consultado sobre si la apertura afectará a los celulares de alta gama o su calidad, Rayes planteó que el verdadero factor determinante no será técnico, sino macroeconómico: el consumo.
La Argentina comienza a mostrar señales tempranas de reactivación:
Confianza del consumidor (UTDT): +8,5%
Ventas minoristas CAME: +2,8%, primer repunte en años.
Indicadores líderes de actividad: crecimiento en octubre y noviembre
Si esta tendencia se consolida y el crédito se normaliza, el consumo masivo —incluidos celulares y TV— podría acelerarse con fuerza en 2026.
“Ese efecto expansivo podría ser mucho mayor que cualquier reducción de personal asociada al nuevo proceso productivo”, afirmó.
Además, recordó que hay espacio para crecer sin presiones sobre costos: pasó antes; la industria fueguina ya operó en niveles más del doble de los actuales.
El talón de Aquiles histórico: las decisiones se toman en Buenos Aires
Rayes explicó que la reciente aclaración de la Secretaría de Industria sobre su rol como autoridad de aplicación del régimen “no es nueva”: desde los orígenes del subrégimen, las decisiones más relevantes no se toman en Tierra del Fuego.
La provincia participa, en el mejor de los casos, como órgano consultivo o de control excepcional.
Esto vuelve recurrente la tensión entre las expectativas políticas locales y las determinaciones nacionales, como la que motivó la reciente discusión entre el Intendente Martín Pérez y las autoridades nacionales sobre el posible impacto laboral.
Letras del Tesoro: el Gobierno provincial se encamina a cerrar el capítulo
El segundo gran tema de la columna fue la nueva serie de Letras del Tesoro emitida por la provincia.
Datos centrales señalados por Rayes:
Se recibieron ofertas por más de $8.000 millones, pero la provincia solo tomó $3.667 millones (aprox. 45%).
El objetivo principal fue rolear los vencimientos de la serie 1 y 3, que operan entre el 22 y el 23 de noviembre.
El desembolso neto provincial será de aproximadamente $1.400 millones.
La serie vence el 23 de diciembre, cerrando así el ciclo de Letras 2025.
La estrategia es clara: dejar extinguir las Letras sin trasladarlas a 2026.
Para Rayes, esto confirma que se trata de un instrumento de liquidez y no de endeudamiento estructural: financiamiento de corto plazo para cubrir descalces de caja.
Respecto de la tasa, explicó que se calcula sobre la TAMAR (plazos fijos mayoristas), hoy alrededor del 33%, más un margen de 4,49 puntos.
“Es un poquito elevado, pero nada descabellado en el mercado actual”, señaló.
Un fin de año con preguntas abiertas
Rayes cerró la columna afirmando que la situación del empleo industrial será “tema en danza hasta fin de año”, y que los próximos dos meses serán clave para evaluar si la flexibilización del proceso productivo genera algún impacto inmediato.
Lo que sí parece quedar claro es que 2026 empezará con doble desafío:
competir con importados a arancel cero y aprovechar una posible reactivación del consumo que puede empujar a la industria o dejarla atrás.

















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