El abogado de Sueño Fueguino, Raúl Paderne, cargó duramente contra la Secretaría de Industria y la Aduana tras un nuevo rechazo al pedido de exportación de la empresa textil. Denunció que detrás de la decisión hay un “alineamiento político” con decretos “abiertamente ilegales” que buscan desmantelar el subrégimen y que ya provocaron despidos y un deterioro social acelerado en la provincia.
Río Grande.- La crisis en el sector textil fueguino acaba de sumar un capítulo crítico. Luego de que la Nación volviera a rechazar el pedido de exportación de Sueño Fueguino, una decisión clave para sostener la operatoria de la planta, el representante legal de la empresa, el doctor Raúl Paderne, habló en FM del Pueblo y trazó un diagnóstico político y jurídico sumamente grave al señalar que “estamos en una batalla judicial permanente, lo que se está aplicando es ilegal y se sostiene para justificar un ajuste sobre la 19.640”, sentenció.
Un fallo adverso que agrava una crisis ya insostenible
Paderne confirmó que “cayó la cautelar que había permitido a la empresa continuar produciendo y enviando mercadería al continente. La Cámara Federal revocó el fallo favorable de primera instancia de la jueza Mariel Borruto, y tanto el recurso extraordinario federal como el “in extremis” fueron rechazados”.
Sin embargo, el abogado remarcó que las discusiones jurídicas permanecen abiertas, debido a que “no nos vamos a rendir ante un fallo adverso. Lo que está pasando es ilegal. Los decretos del 2023 que aplican para bloquear las exportaciones son inválidos por donde se los mire”.
Despidos, stockeo y una empresa al límite
La consecuencia inmediata es devastadora porque ya “35 trabajadores ya fueron despedidos, y la planta se encuentra estoqueando producto que no puede salir de la isla”, dijo.
“Sin empresa no hay trabajo, y sin trabajo no hay empresa, esto parece no importarle a quienes votan estas decisiones”, denunció Paderne.
Una CAAE fracturada: Nación vota alineada, la provincia resiste
El abogado detalló cómo votaron los miembros del CAAE. En contra de Sueño Fueguino votaron la “administradora de Aduana Río Grande, los representantes de la Secretaría de Industria y Comercio y representantes de la Secretaría de Hacienda”.
En tanto que a favor votaron la “Industria Fueguina (UIF), el Ministerio de Producción provincial y la UOM”
La lectura política fue contundente porque “es evidente que hay un alineamiento político, el representante de Aduana debe votar lo que pide Nación para no perder su puesto y esto no es técnico, es político”.
Una ilegalidad que atraviesa gobiernos
Paderne no responsabilizó sólo a la administración actual, por el contrario, habló de una continuidad de ataques ilegales al régimen desde principios de los 2000 al manifestar que
“los ataques a la 19.640 no son privativos de un gobierno, las últimas administraciones sostuvieron ilegalidades sobre supuestas facultades delegadas, esto no es político, es jurídico”.
Pero advirtió que hoy el impacto es mucho más “visible por el contexto social, la gente está cabizbaja, hay incertidumbre, despidos, fábricas sin claridad y el 15 de enero vencen los aranceles, lo que viene es gravísimo si no se corrige”, sostuvo.
La justicia, dividida y bajo presión
Paderne evitó generalizar sobre la justicia federal, pero marcó diferencias al marcar que “elogió el trabajo de la jueza Borruto, actuó en tiempo y forma y con plena comprensión del caso”, pero fue categórico sobre la Cámara de Comodoro, “respeto personal pero rechazo absoluto a los argumentos del fallo”.
“No sirve enojarse: hay que rebatir jurídicamente. Y lo estamos haciendo”.
El apoyo político provincial: un dato clave
El abogado valoró el acompañamiento del gobierno de la provincia y los municipios, especialmente el escrito del gobernador como amicus curiae, donde dijo que “no es apoyo a una empresa, es preocupación por la comunidad. Eso es muy importante”.
Un final abierto, con clima de fin de ciclo en el subrégimen
La síntesis de Paderne fue contundente y preocupante porque consideró que “estamos viendo una no continuidad del subrégimen industrial, la textil es la primera víctima, pero el impacto va a ser más amplio, esto recién empieza”, sentenció.

















Post your comments