La provincia oficializó el pasado viernes el Programa Provincial de Cannabis Medicinal y creó el “REPROCANN fueguino” con la reglamentación de la Ley Provincial 1277; el Ministerio de Salud tendrá potestad para regular la cadena productiva y OSEF quedó obligado a cubrir terapias. La Federación Cannábica celebra la norma y apuesta a capacitación, generación de empleo y hasta potencial exportador; en las próximas semanas se conformará un Consejo Consultivo para poner en marcha los procesos.
Río Grande.- La publicación en el Boletín Oficial de la reglamentación de la ley provincial 1277 —sancionada en 2019— marcó un hito en la política sanitaria y productiva de Tierra del Fuego. Para Franco Guereta, productor y asesor especial de la Federación Cannábica provincial, la norma llega tras años de reclamos, jornadas, firmes y trabajo conjunto con distintos actores: “La reglamentación por fin llegó; hemos hecho marchas, conversatorios y juntado firmas. Es un sueño cumplido”, dijo en ‘La mañana de la Tecno’ por Radio Universidad 93.5 MHz, Franco Guereta.
El texto reglamentario crea formalmente el Programa Provincial de Cannabis Medicinal, eleva la jerarquía del equipo que venía trabajando en la órbita de Salud Mental y establece el Reprocan fueguino, un registro local que habilita el autocultivo y la producción asociativa para pacientes, y que solucionará las limitaciones operativas del registro nacional. “El ‘REPROCANN fueguino’ viene a resolver el problema operativo del Reprocan nacional”, explicó Guereta.
Autonomía provincial y regulaciones prácticas
Uno de los puntos más destacados de la reglamentación es que el Ministerio de Salud provincial recibe facultades amplias: deberá dictar las resoluciones de aplicación, acreditar médicos prescriptores y —lo novedoso— podrá regular la cadena productiva dentro de la provincia. “Eso nos da seguridad jurídica y la posibilidad de pensar desarrollos productivos profesionales”, afirmó Guereta, quien señaló además que OSEF quedó comprometido a cubrir las terapias con cannabis para los trabajadores del Estado.
La delegación de competencias al ministerio local implica que muchos trámites dejarán de depender de autorizaciones lejanas: “Tener que pedir permiso en Buenos Aires complicaba todo. Ahora, lo que tenga que ver con cannabis dentro de la provincia será potestad del Ministerio de Salud provincial”, celebró el referente.
Hacia una industria con reglas claras
Guereta advirtió que la reglamentación acelera procesos administrativos pero que aún restan pasos: conformar el Consejo Consultivo —previsto para las próximas semanas— y completar las resoluciones de detalle que fijarán límites, procedimientos y controles. Será ese desarrollo normativo el que definirá, por ejemplo, los topes del autocultivo provincial y los parámetros para la producción a escala. “Seguramente primero se regule el acceso medicinal (autocultivo, ONGs y Reprocan) y a posterior la cadena productiva”, explicó.
La normativa abre además la puerta a la formalización de ONGs, cooperativas y empresas productoras en la provincia, reduciendo la incertidumbre que frenó inversiones en el pasado. Guereta subrayó que la Federación —integrada por varias organizaciones locales— ya está lista para colaborar con el gobierno en implementación, capacitación de fuerzas de seguridad y difusión pública: “Necesitamos que la policía, los jueces y los fiscales entiendan la nueva regulación para que no se trate a cultivadores legales como delincuentes”.
Calidad fueguina y potencial exportador
Un rasgo competitivo de la producción local señalado por Guereta es el predominio del cultivo en interior, obligado por el clima fueguino. Esa modalidad —recintos cerrados, control de luz y ambiente— permite alcanzar estándares altos y “posibilita pensar en exportación”, dijo. No obstante, Guereta advirtió que cualquier salida al exterior implicará la intervención de organismos nacionales como ANMAT para garantizar los requisitos sanitarios.
El referente recordó además la reciente participación internacional de productores y empresas fueguinas en foros y ferias, y la llegada de técnicos extranjeros impresionados por la calidad local; un dato que refuerza la idea de que la provincia puede convertirse en un nodo productivo y turístico (turismo sanitario y canábico) si la cadena recibe reglas claras y estabilidad jurídica.
Implementación y agenda inmediata
En lo operativo, la reglamentación prevé la creación del registro provincial y la acreditación de profesionales. paralelamente, la Federación Cannábica intensificará actividades de difusión y capacitación: estará presente con un stand en la Expo Agroproductiva (Misión Salesiana) y brindará charlas abiertas sobre cannabis medicinal. Además, se sumará a la Marcha Nacional de la Marihuana como acto de visibilización.
Guereta valoró además la articulación con municipios y universidades locales —mencionó capacitaciones impulsadas por la Municipalidad de Río Grande y la UTN— y puso el foco en la necesidad de formar médicos prescriptores y técnicos que sostengan el sistema: “Si diez nuevos profesionales recetan cinco tratamientos por semana, hablamos de cientos de pacientes nuevos en cuestión de meses; hay que prepararse”.
Un paso político y social
Más allá del impacto productivo, la reglamentación fue leída por el sector como un avance político y social: reconoce una práctica terapéutica que ya estaba vigente de hecho y la coloca en un marco normativo que protege a pacientes, reguladores y productores. “Esto pone a Tierra del Fuego en el mapa nacional e internacional; ahora toca implementar con prudencia y responsabilidad para que esto se traduzca en salud, empleo y calidad”, concluyó Guereta.

















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