Claudia Fernández advirtió sobre la caída de ventas, el endeudamiento y la falta de respuestas del Estado. “Somos los principales generadores de empleo genuino, pero estamos en una situación muy delicada”, aseguró. Tras el proceso electoral analizó el escenario pos-electoral y pidió avanzar en simultáneo con una reforma laboral y tributaria que alivie los costos y devuelva previsibilidad a las pequeñas y medianas empresas.
Río Grande.- La presidenta de la Cámara de Comercio de Ushuaia y vicepresidenta nacional de CAME, Claudia Fernández, se refirió a la difícil coyuntura que atraviesan las pequeñas y medianas empresas de Tierra del Fuego, en un contexto de fuerte caída de ventas, alta morosidad y pérdida de rentabilidad.
Durante una entrevista con ‘La mañana de la Tecno’ por Radio Universidad 93.5 MHz, Fernández indicó que las ventas del Día de la Madre registraron una caída interanual del 3,6%, pese a los múltiples esfuerzos del sector por incentivar el consumo. “El 85% de los comercios implementó promociones bancarias, cuotas y descuentos, pero no fue suficiente”, explicó.
El ticket promedio en la provincia fue de 54 mil pesos, por encima del promedio nacional (37 mil), aunque insuficiente para equilibrar los costos operativos. “El único rubro que mostró un leve repunte fue el tecnológico, gracias a las 12 cuotas sin interés que ofrecieron algunos comercios”, detalló la dirigente.
Fernández remarcó que el principal problema hoy es la pérdida de rentabilidad. “Para seguir vendiendo, el comerciante absorbe los costos financieros, los aumentos de las tarjetas y los impuestos. Es la única manera de mantener movimiento, pero implica resignar márgenes de ganancia”, advirtió.
Además, señaló que el sector espera definiciones por parte del Estado provincial, especialmente respecto a la moratoria para PyMEs impulsada por AREF y el Banco de Tierra del Fuego. “Esa moratoria todavía no ingresó a la Legislatura, y hay muchos negocios endeudados que necesitan una respuesta urgente. No quieren dejar de cumplir, pero los tiempos políticos no son los mismos que los de la economía real”, observó.
Consultada sobre el impacto del turismo, Fernández consideró que si bien la actividad “derrama” en la economía local, no se traduce directamente en mayores ventas. “Los turistas recorren, visitan y compran souvenirs, pero no realizan grandes consumos. Sin embargo, esa circulación beneficia a restaurantes, kioscos y distribuidoras, así que el movimiento se nota de manera indirecta”, explicó.
La empresaria recordó que el comercio fueguino es uno de los principales generadores de empleo formal de la provincia, y también uno de los sectores con mejores salarios promedio. “A veces se olvida que el Estado puede funcionar porque el sector privado paga impuestos, tasas y tributos. Somos los que producimos y sostenemos la rueda, aunque muchas veces solo recibimos castigos”, expresó.
Con un tono de preocupación, Fernández cerró con un mensaje que resume el sentir de buena parte del empresariado fueguino: “Hace más de diez años que la Argentina no crece. Nosotros seguimos poniendo el hombro, pero necesitamos políticas que acompañen. El comercio da trabajo real y mueve la economía; sin rentabilidad, eso se pone en riesgo”.
“Las PyMEs necesitamos reformas reales y urgentes para sostener el empleo”
Claudia Fernández analizó el escenario pos-electoral y pidió avanzar en simultáneo con una reforma laboral y tributaria que alivie los costos y devuelva previsibilidad a las pequeñas y medianas empresas.
“La población marcó la necesidad de apoyar un cambio. Si ese cambio llega con reformas, será un paso fundamental para las PyMEs y la generación de empleo”, sostuvo con Radio Provincia presidenta de la Cámara de Comercio de Ushuaia.
La dirigente mercantil planteó que el esquema laboral vigente es “vetusto” y genera desigualdades que desincentivan la contratación. “No se trata de quitar derechos, sino de ordenar y equilibrar. Existe una industria del juicio que paraliza al comercio chico: un conflicto puede tardar 3 o 4 años y terminar en la quiebra del empleador”, advirtió. Por eso, reclamó una ley de trabajo consensuada con todos los sectores y una disminución sustancial de aportes e impuestos para reactivar la economía.
La dirigente confirmó que CAME trabaja sobre un borrador de reforma laboral y busca llevar la voz de las PyMEs al Congreso. En materia tributaria, dijo que aún no hay un proyecto formal y volvió a cuestionar tributos que golpean al consumo: “Ingresos Brutos es un impuesto extorsivo que termina pagando el cliente”.
Sobre la situación local, describió un deterioro sostenido del consumo con pérdida de rentabilidad y cierre de locales, un fenómeno que ya se observa en Avenida San Martín. “Hay negocios vacíos, ofertas por liquidación y comercios al borde del cierre. Las subas de luz, gas y agua agravan la crisis porque los aumentos y los costos financieros de las tarjetas terminan absorbiéndolos los comerciantes”, señaló. Indicó que rubros como indumentaria y marroquinería lideran la caída, mientras que línea blanca “está en constante descenso”. Según relevamientos de CAME, el 60% de los consumidores paga sólo el mínimo de la tarjeta, lo que frena compras incluso con planes en cuotas.
De cara al fin de año, Fernández valoró que el Banco de Tierra del Fuego mantiene una línea especial para pago de aguinaldos, pero alertó que el acceso al crédito sigue restringido y muchas empresas están endeudadas. En ese contexto, pidió que la moratoria fiscal presentada por el Ejecutivo avance en la Legislatura: “Para la política, dos o tres meses pueden ser tiempos normales; para un comercio, puede ser la diferencia entre seguir o bajar la persiana”.
Con el nuevo mapa político nacional, fue categórica: “Ahora no hay excusas. Si el Gobierno tiene mayorías, debe cumplir lo prometido. Las PyMEs necesitamos hechos concretos y rápidos, no más diagnósticos. Queremos seguir trabajando y sostener el empleo en la provincia”, cerró la vicepresidenta nacional de CAME.

















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