El economista Federico Rayes explicó que el alivio reciente en los mercados —tras el guiño del Tesoro de EE.UU. y las retenciones a 0 hasta el 31/10— responde a expectativas, no a cambios de fondo. Advirtió que el 26/10 será decisivo: podría acelerarse la salida del esquema de bandas hacia una flotación más libre, mientras Tierra del Fuego paga más caro su financiamiento (rollover del 86% a 56%).
Río Grande.- En su habitual columna de los martes con ‘La mañana de la Tecno’ en Radio Universidad 93.5 MHz, el economista Federico Rayes, titular de la Consultora Ecotono, explicó que la fuerte suba y posterior corrección del dólar, los bonos y el riesgo país respondió más a señales que a cambios de fondo. Valoró el apoyo público de Estados Unidos y la baja transitoria de retenciones a 0% hasta el 31 de octubre como medidas que “calman” la plaza, pero advirtió que el verdadero test será el resultado de las elecciones del 26 de octubre y la capacidad del Gobierno para reordenar el esquema cambiario y conseguir dólares genuinos.
Un día soleado, mercados nublados
Con Ushuaia a pleno sol, Rayes puso el foco en la otra meteorología: la financiera. “La semana pasada parecía catástrofe total por lo que reflejaban los mercados: dólares financieros, bonos, acciones, riesgo país. Nada estructural cambió de un día para el otro, pero sí cambiaron las expectativas”, planteó.
Del 7 de septiembre al 26 de octubre: cómo se armó la “pelota” de nervios
Para el economista, el nerviosismo comenzó antes de la elección bonaerense del 7 de septiembre y se potenció con el calendario: “Se empezó a desarmar posiciones en pesos buscando cobertura en activos dolarizados de cara al 27 de octubre. En el medio hubo errores no forzados con letras que dejaron exceso de pesos y aceleraron la dolarización”.
Esa dinámica derivó en ventas de reservas por parte del BCRA para sostener la banda cambiaria. “Cuando los inversores vieron que se vendían dólares —‘del orden de mil millones en pocos días’, según Rayes— se encendió la alarma: ‘¿Alcanzan las reservas para pagar?’. Y cuando uno sale, salen todos”.
Dos señales que aflojaron la tensión
Rayes enumeró dos anuncios que “enfriaron” la plaza: Apoyo del Tesoro de EE.UU.: “Un mensaje inusualmente claro de respaldo a la Argentina y a la gestión de Javier Milei; no se conocen aún los detalles, pero sirvió para anclar expectativas”.
Retenciones a 0% hasta el 31/10: “Busca acelerar liquidaciones y sobrar dólares en el período más sensible, hasta las elecciones”.
“Son señales que tienden un puente; de fondo no cambió casi nada”, subrayó.
Después del 26-O: cambiar el régimen cambiario
El analista cree que el esquema de bandas “debería modificarse” tras los comicios. “La apuesta más comentada es ir a una flotación más libre. Lo positivo: no se pierden reservas interviniendo. El asterisco: si BCRA y Tesoro salen a comprar dólares para fortalecer reservas y atender pagos, serán demanda adicional y el tipo de cambio de equilibrio podría ubicarse más arriba”.
“En ese escenario siempre es mejor tener una ‘caja’ de dólares: respaldo del Tesoro de EE.UU., desembolsos previos del FMI y las reservas que haya. Bienvenidas las noticias de corto plazo”, dijo.
Supervivencia vs. desarrollo
“El corto plazo es sobrevivir sin romper el programa; el mediano y largo es generar dólares genuinos, volver a rollear deuda como cualquier país y salir del susto semestral por los vencimientos”, resumió.
Congreso, vetos y presupuesto: la otra mitad del tablero
Rayes advirtió que la política fiscal también incide. Con el Senado dispuesto a revisar vetos (financiamiento universitario y emergencia oncopediátrica/Garrahan), se viene la discusión del Presupuesto.
“Tener presupuesto muestra viabilidad política: lo piden inversores y el FMI. Otra vez sin presupuesto sería una mala señal. Pero esa negociación dependerá de cómo salga la elección”, señaló.
El rebote local: números duros en Tierra del Fuego
La volatilidad nacional golpea a las provincias. “Tierra del Fuego está muy complicada en sus cuentas. Vencían $4.100 millones de capital e intereses de letras y se rollearon apenas 86%: hubo que pagar $790 millones netos y colocar el resto a una tasa muy alta (56%), por encima de lo que marcaba el mercado (alrededor de 49–50% para esos plazos)”, describió.
Para Rayes, es probable que la Legislatura provincial espere al panorama nacional para tratar el presupuesto: “Acá también todo queda atado a lo que pase el 26 de octubre”.
Tres escenarios, una clave
* Gobierno fortalecido tras las elecciones → mejores chances de ordenar el esquema cambiario, conseguir financiamiento y bajar el riesgo.
* Empate inestable → continuidad de la volatilidad.
* Gobierno debilitado → “si los inversores se quieren ir, no los contiene nadie”.
“Hoy estamos más tranquilos porque hubo señales”, cerró, no sin antes observar que el 27 de octubre será una verdadera incógnita.
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