La firma de agroquímicos, con más de 40 años de trayectoria, se consolidó como líder nacional en fitosanitarios para el maíz. En la Jornada Industria y Soberanía: Defendiendo lo nuestro, su Director Ejecutivo, Pablo Mocchi, destacó el papel de la Universidad Tecnológica Nacional de Tierra del Fuego en la formación de profesionales que hoy impulsan procesos con impacto global y la incorporación de inteligencia artificial en la producción.
Río Grande.- La empresa Tecnomyl, radicada en Tierra del Fuego desde hace décadas y con fuerte proyección nacional, se presentó en la Jornada “Industria y Soberanía: Defendiendo lo nuestro”, organizada por la Facultad Regional Tierra del Fuego de la UTN y la Municipalidad de Río Grande. Su Director Ejecutivo, Pablo Mocchi, trazó un panorama del presente y futuro de la compañía, mientras dos jóvenes ingenieras egresadas de la UTN, Lucía Clark y Fernanda Britos, compartieron detalles sobre la labor que desempeñan en la planta local.
Una empresa familiar que se convirtió en líder nacional
Mocchi recordó que Tecnomyl nació hace 40 años en Bahía Blanca como un emprendimiento familiar y que hoy se ha convertido en una de las compañías más relevantes en el rubro de los fitosanitarios. “Somos la empresa número uno en agroquímicos para maíz en Argentina y trabajamos con una multinacional como Syngenta. Desde Tierra del Fuego recorremos más de 4.000 kilómetros para distribuir nuestros productos a 160 puntos del país. Esa logística precisa y compleja también es parte de nuestro valor”, señaló.
La compañía produce insumos clave para cultivos de maíz, soja, trigo y maní, integrando el eslabón primario de la cadena alimentaria. “Los productos que consumimos en góndola, en gran medida, han pasado por tratamientos de Tecnomyl”, aseguró Mocchi, subrayando el impacto directo de la industria fueguina en la vida cotidiana de millones de argentinos.
Nuevos horizontes: biológicos e inteligencia artificial
El Director Ejecutivo destacó que Tecnomyl está ingresando en “una nueva era” de procesos innovadores. “El futuro está en la síntesis avanzada y en los productos biológicos. Queremos ampliar nuestra matriz, con la mirada puesta en la exportación hacia países limítrofes”, afirmó.
En ese camino, la empresa ya incorpora inteligencia artificial (IA) en distintos sectores. “Casi todos nuestros equipos están capacitándose en IA. Estamos integrándola en procesos de producción, gestión de datos y control de calidad. Incluso lo hacemos en conjunto con esta universidad, porque creemos que la innovación no se detiene”, explicó.
Jóvenes ingenieras fueguinas en acción
El aporte de la UTN fueguina fue resaltado por la presencia de dos profesionales formadas en sus aulas. Lucía Clark, ingeniera química egresada en 2019, está a cargo del laboratorio de control de calidad, que incluye cromatografía, validaciones y control de procesos. “Estamos trabajando con nuevas certificaciones y aplicando metodologías de mejora continua”, explicó.
Por su parte, Fernanda Britos, también ingeniera química de la UTN, lidera el área de sistema integrado de gestión, actualmente enfocada en la certificación ISO 9001. “Nuestro objetivo es garantizar procesos eficientes y sustentables, incorporando innovación en cada etapa de producción”, destacó.
Ambas remarcaron que la formación recibida en la UTN les permitió insertarse rápidamente en la industria y hoy tienen un rol clave en una empresa que cuenta con alrededor de 250 trabajadores en planta en Río Grande y oficinas comerciales en Buenos Aires, Córdoba y el NOA.
Industria, soberanía y arraigo

Las ingenieras Lucía Clark y Fernanda Britos, compartieron detalles sobre la labor que desempeñan en la planta local de Tecnomyl y el aporte de la UTN fueguina.
En su presentación, Mocchi fue claro: “Tecnomyl es una empresa argentina, de capitales argentinos y con tecnología de punta. Nuestra meta es seguir liderando el mercado local, pero también proyectarnos hacia la región. Tierra del Fuego nos ha dado arraigo, profesionales calificados y una plataforma para pensar en grande”.
La exposición de Tecnomyl, con la voz de su CEO y la participación de jóvenes ingenieras formadas en la isla, sintetizó uno de los grandes ejes de la Jornada: la necesidad de articular universidad, Estado y empresas privadas para defender lo nuestro, innovar y generar empleo con mirada soberana.
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