El gremio que nuclea a los docentes universitarios de la UTN confirmó un paro para el 11 y 12 de agosto. Reclaman una recomposición salarial urgente y denuncian el desfinanciamiento del sistema universitario.
Río Grande.- El presidente de la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica (FAGDUT), Lic. Fabio Seleme, confirmó que el lunes 11 y martes 12 de agosto se llevará adelante un paro nacional universitario, en rechazo a la pérdida del poder adquisitivo y al ajuste presupuestario que, según señaló, “golpea de lleno a la educación pública y a la ciencia en la Argentina”.
“El deterioro del salario docente y no docente universitario ronda el 40%, producto de ajustes unilaterales del Gobierno Nacional que no superan el 1% mientras la inflación reconocida por ellos mismos es muy superior. Esto no es un error, es un plan: desfinanciar y vaciar la universidad pública”, afirmó Seleme en diálogo con ‘La mañana de Tecno’ por Radio Universidad 93.5 MHz.
El dirigente gremial cuestionó además el rechazo de los diputados nacionales fueguinos a la media sanción de la ley de presupuesto universitario, que actualiza por inflación los fondos asignados en 2023. “La Cámara de Diputados dio media sanción, pero Pauli y Garramuño votaron en contra. Esperamos que el Senado la apruebe, y si el Presidente la veta, que el Congreso insista. Este gobierno no quiere presupuesto, quiere manejar los fondos arbitrariamente”, señaló.
Seleme no ahorró críticas hacia la administración nacional: “Estamos ante un presidente que ha manifestado públicamente su desprecio por la educación pública. No sólo ajusta salarios, también recorta fondos a la ciencia, al INTI, al INTA, y niega actualizaciones a jubilados y personas con discapacidad. A los únicos que beneficia es a los grandes grupos económicos y agroexportadores. Nuestra única esperanza para revertir esta situación es un cambio de gobierno”.
El titular de FAGDUT advirtió que toda la comunidad universitaria y el sistema científico-técnico “están en crisis” y que la medida de fuerza, aunque dolorosa, es inevitable. “No creemos en vaciar la universidad para defenderla, pero hemos llegado a un punto en que no queda otra. El paro es un llamado de atención: sin recursos, no hay universidad que aguante”, concluyó.
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