El Dr. Daniel Cesari Hernandez en su habitual columna de los miércoles, abordó el caso del policía que en Provincia de Buenos Aires, como producto de un enfrentamiento con delincuentes, habría producido la muerte de un niño que transitaba por la calle. Sostuvo que si bien la muerte de toda persona inocente en un hecho de violencia es lamentable, no cabe ninguna duda de que cuando se trata de personas más vulnerables, como los enfermos, los ancianos o los niños, siempre la sensación de dolor e indignación cobra un relieve mayor y eso es humanamente comprensible.
Río Grande.- En su habitual columna de los miércoles en ‘La mañana de la Tecno’ por Radio Universidad 93.5 MHz, el Dr. Daniel Cesari Hernandez, ex Juez de Instrucción en Río Grande y destacado penalista, habló el caso del policía que en Provincia de Buenos Aires, como producto de un enfrentamiento con delincuentes, habría producido la muerte de un niño que transitaba por la calle.
En en este caso puntual luego de manifestar que el dolor de la familia por el lamentable hecho, jamás podrá ser curado por ninguna sentencia judicial, el Dr. Cesari sostuvo que este caso, refleja la importancia de que los miembros de la Policía, se encuentren en condiciones psicológicas y técnicas aptas para portar un arma y estar en la calle.
Retomando el tema abordado en la charla anterior, donde se refirió a la situación salarial del Personal Policial de Tierra del Fuego, como también al limitado nivel de entrenamiento de muchos policías provinciales y la forma en el que ello impacta negativamente en la función policial y en la seguridad en particular, el exmagistrado puntualizó que un policía, debe salir a la calle liberado de cuestiones tales como la imposibilidad de llegar a fin de mes o no poder pagar la escuela de sus hijos o el alquiler, pero también debe hacerlo, con la tranquilidad de que existe un Estado que lo protege.
En esa dirección focalizó la situación de inseguridad que cotidianamente se vive en muchos sectores del conurbano de la Provincia de Buenos Aires y sostuvo que un policía, no sólo es un funcionario y un trabajador, sino que también es un ciudadano más y también como tal, es víctima de esa inseguridad reinante.
Explicó que a la carga habitual que tienen los policías de la provincia de Buenos Aires, en cuanto a ser conscientes del riesgo natural y presente, de ser policías y estar en la calle, donde en cualquier momento alguien puede atentar contra ellos, se suma la consciencia de que también pueden ser víctimas de hechos de violencia y delictivos, estando de civil como cualquier otro ciudadano.
Entonces no se trata solamente de pensar que las personas en general, no salen a la calle a matar, porque en la naturaleza humana ello es un acto primitivo, sino de comprender que un policía también es una persona y también es un ciudadano y cuando sale a la calle a hacer el trabajo que eligió, no sale pensando en ir a matar a inocentes.
Recordó que a lo largo de la historia, humanidad fue intentando abandonar la violencia como forma de solucionar los conflictos, cediendo el monopolio de la fuerza al Estado. Recordó que en derecho penal, uno de los fundamentos de la legítima defensa, sostiene que que cuando el Estado no cumple el rol de protección de la ciudadanía, el ciudadano toma esa fuerza en sus manos y ejerce su propia defensa.
Sostuvo que cuando ello ocurre, si bien estamos frente a un fracaso del Estado, ello no debe ser la justificación para que la ciudadanía se arme ya que reiteró, que las personas comunes no están preparadas para matar, sino contrariamente el hombre común, sigue el instinto natural de la conservación y no el de la eliminación.
En cuando a la calificación legal que hasta el momento habría otorgado la fiscalía al lamentable hecho del que hablamos, sostuvo que la dl homicidio doloso por dolo eventual, es una calificación muy grave, ya que implica sostener que el policía cuando extrajo el arma, sabía que podía matar a un inocente si disparaba y en ese marco, que sabía que podía matar al niño y que eso no le importó y disparó de todas formas.
En esa dirección aclaró que en realidad el dolo eventual es una interpretación que la justicia y la doctrina ha hecho desde siempre, pero que no existe una norma específica en el Código Penal que lo defina, de allí que sea discutido.
Agregó que el análisis del caso, no puede realizarse de forma aislada del marco situacional en el que se habría producido el hecho y explicó, que en este caso en el que a priori muchos podrían hablar del “gatillo fácil”, la justicia no puede ni debe dejar de lado que el policía habría actuado tanto en defensa propia como de su madre que también habría sido víctima del hecho delictivo que realizaban las personas contra las que el policía se habría defendido.
Destacó que es muy distinto analizar el accionar de un policía que dispara en cualquier otra situación, que en este caso, en el que se habría hallado en peligro la vida y la integridad tanto del policía como de su madre y frente a ellos la agresión ilegítima y no provocada, provenía de más de una persona que también se hallaban armadas.
Afirmó que todo esto debe ser valorado tanto por el fiscal como por el juez de garantías, quien incluso tiene la facultad de no coincidir con la calificación de homicidio simple por dolo eventual que ha dado hasta ahora la fiscalía.
En esa misma línea sostuvo que el caso necesariamente deberá valorarse dentro del marco de las acciones defensivas del policía y allí se abre la puerta a la interpretación de un eventual exceso en la legítima defensa que llevaría el caso de un homicidio doloso a uno culposo, que es aquel que se produce por negligencia o impericia-
El Dr. Cesari fue contundente al relacionar este caso con la situación de la policía fueguina y resaltó que estos sucesos refuerzan su convicción en la necesidad urgente de modificar no solo el procedimiento penal de investigaciones sino la ley de la policía de tierra del fuego, y atender urgentemente la situación de su personal. Reiteró que un policía que enfrenta necesidades económicas básicas insatisfechas y que además no cuenta con un adecuado entrenamiento en el uso de su armamento, representa una situación que incide de modo negativo en la seguridad.
Adelantó que se encuentra trabajando en un proyecto de modificación tanto del régimen procesal penal como de la policía provincial, incluyendo en su elaboración también, al Servicio Penitenciario Provincial y otras áreas que entiende integran el concepto amplio que posee sobre la seguridad y explicó que ese trabajo lo viene realizando con un equipo de personas que incluyen a expolicías provinciales y miembros de otras áreas.
Finalmente adelantó que en las sucesivas charlas de esta columna, seguirá abordando estos temas y ahondando en los mismos, en su convicción de la necesidad de una reforma integral en todo el ámbito de la seguridad de nuestra provincia.
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