El Chivo Club Tierra del Fuego organizó un evento a beneficio del Comedor de María, donde la comunidad se unió para disfrutar de una tarde de hermosos autos clásicos y recolectar alimentos no perecederos y donaciones para quienes más lo necesitan.
Río Grande.- El pasado domingo 1 de junio; el playón frente al Municipio de Río Grande se transformó en un vibrante punto de encuentro para los amantes de los automóviles. Desde las 14:00 horas, el evento que fue organizado por el Chivo Club Tierra del Fuego atrajo a entusiastas de diversas marcas, quienes no solo compartieron su pasión por los vehículos, sino que también se unieron en una causa solidaria: la recolección de alimentos no precederos y de donaciones para el Comedor de María, una institución que brinda apoyo a quienes más lo necesitan en la comunidad.
Sebastián Zeballos, referente del Chivo Club, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y de explicar los objetivos del evento. Con una sonrisa y un entusiasmo contagioso, Sebastián destacó la importancia de la solidaridad en tiempos difíciles. “Decidimos hacer un encuentro a beneficio del Comedor de María, donde estamos recolectando alimentos, abrigo, ropa de cama y camperas. Todo lo que podamos juntar será de gran ayuda para quienes lo necesitan”, comentó, subrayando la relevancia de la colaboración comunitaria.
La jornada comenzó con un ambiente festivo, donde los participantes comenzaron a llegar con sus autos, muchos de ellos verdaderas joyas del automovilismo. Sebastián, con su característico carisma, invitó a todos a participar, sin importar la marca de su vehículo. “Estamos invitados todos, no solo los del Chivo Club. Hay clubes de Ford, de autos bajos, y hasta los chicos de las motos. Queremos que todos se sientan parte de esto”, enfatizó, abriendo las puertas a una diversidad de vehículos y pasiones.
Uno de los aspectos más destacados del evento fue la recolección de donaciones. Sebastián explicó que la situación actual de muchas familias en la ciudad de Río Grande es compleja, y que iniciativas como esta son fundamentales para brindar apoyo. “Hablamos con María, la responsable del Comedor, y ella nos comentó que hay una gran demanda de abrigos y alimentos. Con el clima complicado, la gente realmente necesita nuestra ayuda”, añadió, reflejando la empatía y el compromiso del Chivo Club con la comunidad.
El evento no solo se centró en la recolección de donaciones, sino que también fue una oportunidad para que los entusiastas de los autos mostraran sus vehículos. “A veces, la gente tiene vehículos que no saca por el clima o por miedo a dañarlos. Pero aquí, todos son bienvenidos a compartir su pasión”, agregó Sebastián, animando a aquellos que tienen autos clásicos guardados a que se animen a mostrarlos. “Es un espacio para disfrutar y compartir, no solo para exhibir”, afirmó, destacando la camaradería que se genera en estos encuentros.
La jornada se extendió hasta las 18:00 horas, aprovechando la luz del día para disfrutar de una tarde amena. Sebastián mencionó que el evento no solo busca ser un encuentro local, sino que también tiene ambiciones de crecer. “El año pasado, realizamos nuestro primer nacional de Chevrolet, donde recibimos vehículos de otras provincias e incluso de Chile. Estamos trabajando para repetir esa experiencia en octubre, con una ruteada hasta Ushuaia”, explicó, mostrando el compromiso del Chivo Club por afianzar su presencia en el ámbito automovilístico nacional.
La organización del evento fue un esfuerzo conjunto de los miembros del club, quienes han estado trabajando arduamente para formalizar su estatus como entidad con personería jurídica. “Estamos en proceso de asentarnos como club, y eso nos permitirá realizar más actividades y colaborar de manera más efectiva con la comunidad”, comentó Sebastián, reflejando la seriedad con la que se toman su labor. Este proceso no solo implica la formalización legal, sino también la creación de una estructura que permita planificar y ejecutar eventos de mayor envergadura en el futuro.
El Chivo Club Tierra del Fuego no solo se dedica a la exhibición de autos, sino que también busca crear un espacio de camaradería entre los amantes de los vehículos. “Somos un grupo de amigos apasionados por los fierros. Lo que queremos es disfrutar de los autos y compartir esa pasión con otros”, afirmó Sebastián, resaltando la importancia de la comunidad en torno a este hobby. Este sentido de pertenencia es fundamental para el club, que busca fomentar un ambiente inclusivo donde todos los aficionados al automovilismo se sientan bienvenidos.
Además, el evento fue una oportunidad para que los asistentes se conectaran entre sí, compartieran historias y experiencias relacionadas con sus vehículos. “Es increíble cómo los autos pueden unir a las personas. Hay historias detrás de cada vehículo, y eso es lo que hace que estos encuentros sean tan especiales”, reflexionó. Esta conexión emocional con los vehículos es un aspecto que Sebastián considera esencial, ya que cada auto tiene su propia historia y significado para su propietario.
A medida que el sol comenzaba a ponerse, la atmósfera se tornó aún más festiva. Los participantes intercambiaron anécdotas, se tomaron fotografías junto a sus autos y disfrutaron de la compañía mutua. Sebastián, satisfecho con la respuesta de la comunidad, expresó su agradecimiento a todos los que se sumaron a la causa. “Esperamos que esta sea solo la primera de muchas actividades que realicemos. La idea es seguir creciendo y ayudando a quienes más lo necesitan”, concluyó, dejando claro que el compromiso del Chivo Club va más allá de la pasión por los autos.
El encuentro multimarca del Chivo Club Tierra del Fuego no solo fue un evento automovilístico, sino una muestra del poder de la comunidad para unirse en torno a una causa noble. Con la mirada puesta en el futuro, Sebastián y su equipo continúan trabajando para hacer de este club un referente en la provincia y región, no solo por su amor por los autos, sino también por su compromiso con la solidaridad y el bienestar de la comunidad.
En un mundo donde a menudo se siente la desconexión entre las personas, eventos como este demuestran que la pasión compartida puede ser un poderoso catalizador para la unión y la colaboración. La comunidad de Río Grande se unió no solo para admirar vehículos, sino para hacer una diferencia tangible en la vida de aquellos que más lo necesitan. Con cada donación recolectada, cada historia compartida y cada sonrisa intercambiada, el Chivo Club Tierra del Fuego reafirma su compromiso con la comunidad y su amor por los autos, creando un legado que trasciende el tiempo y el espacio.
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