Esteban ‘Chiquito’ Martínez: “Nací acá, viví acá, y me voy a morir acá”

En el marco del Centenario de la ciudad, el intendente (MC) Esteban ‘Chiquito’ Martínez realizó un balance de sus ocho años de gestión en la Municipalidad de Río Grande, destacando que al momento de dejar la intendencia, el 95% de la ciudad contaba con todos los servicios. Subrayó que entre sus obras emblemáticas se encuentran el barrio Perón, la Casa de la Cultura, y el haber comenzado con el Natatorio Eva Perón. Además indicó que “para mí Río Grande representa mi vida, yo acá tengo sepultados a mis abuelos maternos, a mis padres, y a tres hermanos, así que Río Grande representa todo lo que viví, todas mis experiencias de vida, no podría irme a otro lado, si a conocer, pero tampoco soy de salir mucho, nací acá, viví acá, y voy a morir acá”. Compartimos imágenes de ‘Chiquito’ recabadas por el extinto historiador Oscar ‘Mingo’ Gutiérrez.

En el suplemento del Centenario de la Ciudad de Río Grande publicado por el Diario Provincia 23, el intendente (MC) Esteban ‘Chiquito’ Martínez hizo un repaso de sus cuatro gestiones al frente de la administración municipal.

Conocer un poco de la vida de Esteban ‘Chiquito’ Martínez es al mismo tiempo entender la vida de Río Grande.

Esteban ‘Chiquito’ Martínez fue el primer intendente electo desde la vuelta de la democracia en el año 1983 que tuvo la ciudad de Río Grande, además único intendente nacido en Río Grande, y primer mandatario municipal en Democracia.

Cumplió cuatro mandatos de manera consecutiva, desempeñando un total de ocho años, dado que en aquel tiempo los mandatos duraban dos años cada uno, donde su último mandato finalizó en 1991.

Nació en el año 1940 en el hospital que funcionaba en el frigorífico de la Margen Sur, en el Territorio sólo estaba el Ejército Argentino que no contaba con hospital aunque luego, en el ’47, se instaló el BIM5 que sí contó con hospital.

Además de ser diputado nacional y concejal, también fue declarado Ciudadano Ilustre en un acto que se realizó en la Misión Salesiana Nuestra Señora de la Candelaria.

Martínez recordó que “cuando su mamá estaba por dar a luz, tuvo que trasladarse hasta la Margen Sur y debió cruzar el río en uno de esos botes, iba en el bote con contracciones, así que pude haber nacido en ese bote”, dijo.

Cursó en la Escuela 2 que funcionaba donde hoy es la Municipalidad de Río Grande, allí estuvo hasta completar tercer grado, luego cuarto, quinto y sexto lo hizo en la Misión Salesiana, institución que cursó hasta tercer año del secundario, dado que no tenía cuarto y quinto año, razón por la que finalizó los estudios secundarios en Buenos Aires en otra escuela salesiana en la zona de Del Valle, cerca de Bolívar, porque acá no se podía, y recién ahí me recibí de Bachiller Agrotécnico”.

Cumplió con el servicio militar obligatorio en el Regimiento de Aeronáuticos Río Gallegos, para lo cual señaló que “después me vine a trabajar con mi padre, Esteban Francisco Martínez Martos, que era dueño de una usina, y luego trabajé en una petrolera en el ex Campamento YPF”.

Recordó que se casó en 1965 cuando tenía 23 años con Rosario, tuvieron seis hijos, y actualmente cuenta con 14 nietos. Tras su casamiento volvió a trabajar con su padre a un aserradero, donde estuvo durante cinco años, y posteriormente sostuvo que me “fui a trabajar a Río Gallegos con una petrolera que después me envió nuevamente a Río Grande”.

En el año ’74 ingreso a la Cooperativa Eléctrica como Gerente donde estuvo hasta el año 1983 que es cuando comencé mi carrera política.

Servicio de electricidad

Esteban Martínez comenzó relatando el servicio de electricidad que brindó su familia en la ciudad de Río Grande a través de la usina, antes de que se conformara en la actual Cooperativa Eléctrica.

“Mi papá vino a Río Grande en el año 1935 con la línea aérea Aeroposta, era mecánico de esa línea aérea, se casó con mi madre en el año 1938, y para que no lo trasladaran, dado que era una empresa que recién comenzaba y tenía varias escalas, decidió dejar la empresa aérea, y junto a un socio conformaron un taller mecánico llamado Pinola-

Martínez sobre la calle Alberdi, donde para poder hacer los trabajos de mecánica ellos trajeron un motor eléctrico, y de pronto un vecino le pidió a mi papá que le tirara un ‘cablecito’ por unas horas, y cuando se dieron cuenta ya había alrededor de 10 vecinos conectados, el motor no daba porque era para servicio personal, entonces tuvo que equiparse, durante el año 1940 la Gobernación marítima le da la concesión, dado que en ese se momento lo hacía de favor, y sin autorización oficial, obtenida la concesión, brindó el servicio de luz desde el año 1940 hasta 1969”.

Recordó que “a medida que fue creciendo la población también tuvo que brindar más servicios como el alumbra do público, por lo cual tuvo que equiparse mejor y brindar mejores servicios”.

En este marcó el intendente (MC) señaló que “concluida la concesión, hubo un año de transición, donde la misma la tuvo el Gobierno del Territorio, hasta que se conformó la Cooperativa con integrantes de las fuerzas vivas de la ciudad, comerciantes, y vecinos de Río Grande”.

Puntualizó que durante las décadas del “’50, ‘60, Río Grande tenía entre 2500 a 3000 habitantes”.

Martínez indicó que “en la Cooperativa comencé a trabajar a mediados de los ’70, precisamente en el año 1974, y estuve hasta el año 1983, donde me ofrecen la gerencia

de la Cooperativa Eléctrica, en ese tiempo el gerente que tenía era García, me ofrece ser gerente, dado que querían que sea un riograndense el que estuviera en la Cooperativa, entonces acepté, y tuve una gran Consejo de Administración”.

La llegada a la política

Martínez rememoró que su llegada a la política surge a partir de los “compañeros que militábamos en esos años, recordando que esa época en donde los Militares estaban a cargo del país, nosotros veníamos militando en la clandestinidad prácticamente desde el año 1974, después del golpe del ’76 con un grupo nos empezamos a juntar, a tener charlas, el ‘Nene’ Martínez en ese tiempo tenía una carpintería de aluminio, en el galpón tenía una oficina arriba, así que ese era el lugar donde nos reuníamos a charlar, pensando que la democracia se tenía que dar en algún momento, uno tenía esa aspiración, igualmente festejábamos el 17 de octubre (Día de la Lealtad Peronista) de manera muy cerrada, pero acá en ese tiempo no hubo problemas, no hubo persecución, nos tenían identificados a todos porque éramos muy pocos”, subrayó.

Por tal motivo confío que “a partir de 1983 comenzamos con la militancia fuerte, abrimos las unidades básicas, nos juntábamos hasta que llegó el momento en el que había que decidir los candidatos, entonces en el grupo que es taba en la 17 de Octubre, que era la unidad básica que nosotros militábamos, comenzamos a observar el perfil de cada uno, dado que en ese tiempo había como una mística con el tema de la democracia, los cargos, no había una pelea, no existía, y yo tampoco quería ser nada, dado que en la Cooperativa yo estaba bien, en cambio la Intendencia era mayor responsabilidad, era un ambiente mucho más administrativo, con manejo de mayor cantidad de personal, con Obras, y demás, por lo tanto yo le tenía mucho respeto, entonces dije que no, por lo cual me dijeron que sos el gerente de la Cooperativa, sos nacido en Río Grande, por lo tanto tenés mucha más imagen pública que cualquiera de todos nosotros, entonces me ponen a mi como candidato, mientras que por el MPF estaba Elena de Mingorance, y el Dr. Rosas por la UCR, lo cual eran rivales muy importantes, uno también tenía sus propios recaudos, miedos, inclusive era parco para hablar, que al momento para poder aceptar puse dos condiciones, no hablar en público, y tampoco usar corbata, y así se fueron designando distintos compañeros, por eso salió Martín Torres como diputado nacional, otros compañeros como Legisladores”.

Asumir la Intendencia de Río Grande

En su primer mandato, Martínez sucedió en el cargo a Lucio Marcolini, siendo que sus mandatos fueron desde el año 1983 a 1985, luego 1985-1987, después 1987-1989 y por último 1989 al 1991, siendo que en su mandato último como intendente le dejó el cargo al radical Jorge Colazo.

El intendente (MC) recordó que “cuando asumí la ciudad, Río Grande tenía alrededor de 18 mil habitantes, yo recibí una comisión de fomento, y no una intendencia, con lo cual hubo que reformar toda la parte administrativa como intendencia, había muy pocas secretarias, y la primera que yo cree fue la secretaria de Desarrollo Social, no existía esa secretaría con lo cual hubo que ir armando la Municipalidad internamente con todas las dependencias”.

Ejemplificó que “la secretaría de Finanzas era una caja de zapatos con boletas acomodadas adentro y no se había instrumentado nada, así que debimos organizar esa situación también, como así también comenzamos a informatizar el sistema, con la compra de impresoras, creamos el Tribunal de faltas que no existía, la Dirección de Rentas que no estaba, la fuimos haciendo para agilizar todo el sistema, y atender a los vecinos”.

“El barrio Perón se lo ganamos al río”

En cuanto a la situación de los barrios, y a la mejora que implementó durante sus cuatro mandatos en el Municipio, señaló que “no había mucha demanda, eso empezó después, recién se estaban terminando las obras de lo que llamábamos el barrio Danés, que era todo lo que es ahora Intevu, le decíamos danés porque era importado de Dinamarca, lo cual eso descongestiono bastante, fueron entregando de a poco las viviendas, y después el otro problema que tuvimos fue que la gente se fue instalando, al ser Territorio, el Municipio no tenía jerarquía sobre las tierras, no teníamos ninguna posibilidad de manejar las tierras fiscales, era todo del Territorio por delegación de Nación, entonces nos encontramos con un problema, donde se metió mucha gente es lo que hoy es el barrio Perón, y toda esa zona, que era una zona muy grande, tenía que construir sobre tambores, o pilotes, dado que cuando subía la marea, era una zona baja, ingresaba la marea ahí, entonces la gente tenía que salir con botas largas, o con un bote, lo cual generó toda una situación”.

Memoró que “en ese momento estaba trabajando en Río Grande la empresa Techint, que estaba asfaltando algunas cuadras, entonces con ese movimiento de suelo que generó, en un primer momento lo tiraban en cualquier lado, pero después nosotros les pedimos que ese relleno lo tiren en la costa del río, con eso cerramos la (avenida) Perón, entonces con ese relleno contuvimos el agua que ingresaba a las casas de la gente, y después empezamos a rellenar toda esa zona, la gente se fue ubicando, se comenzaron a conformar las juntas vecinales, ubicándose en los espacios, se dieron las aperturas de las calles, y cuando se terminó toda la ubicación, hicimos el tema de los servicios como fueron el gas, el agua, y las cloacas, hoy en día nadie sabe que ese barrio se le ganó al río, le ganamos al río casi 80 cuadras, dado que es desde Rivadavia, Bilbao y hasta Ricardo Rojas, donde estaban las antenas de Radio Nacional”, resaltó Martínez.

Asimismo dijo que “a partir de ese entonces las demandas comenzaron a ser mayores, tuvimos que hacer el asentamiento de la Margen Sur, que ya había un pequeño asentamiento que había realizado el intendente Apolinaire, dado que lo permitió la Sociedad Rural, y se hizo el primer asentamiento en el casco viejo de la Margen Sur”.

Barrio Mutual

‘Chiquito’ Martínez señaló que el barrio Mutual es el “barrio más antiguo de la ciudad, surge a partir de la mutual de YPF, por eso se llama barrio Mutual, la mutual de YPF adquirió estas tierras, habían hecho todas las mensuras para poder vender los terrenos a los propios empleados de YPF, así se había hecho, y comenzaron a vender los terrenos”.

Si bien explicó que “en un principio no había mucha confianza entre los vecinos porque hubo malas experiencias con otras tierras, pero ante la cantidad de lotes, los postulantes de YPF no cubrían la demanda como para que la empresa comenzara a realizar las viviendas, entonces tuvieron que abrir el abanico, y así fue como muchos vecinos que no tenían relación con YPF comenzaron a comprar los lotes, se pagaron las cuotas, siendo que yo estoy acá desde el año 1975”.

Recordó que “tanto los barrios de Chacra II y Chacra IV llegaron después, donde la empresa se encargó de abrir las calles, y el cordón cuneta”, dijo, al tiempo que agregó que “nosotros hicimos el asfalto, una de las primeras arterias que pavimentamos fue la calle Viedma, donde al pavimento lo hicimos priorizando las escuelas y el circuito

de los colectivos, donde tuvimos muchas empresas que deterioraron los colectivos por la mala calidad de las calles, debido al ripio, se formaban pozos, charcos de agua, lo cual estropeaba a los vehículos tremendamente, al igual que las veredas alrededor de las escuelas en lo que tenía que ver con la obra pública”.

“Cuando me fui en 1991 tenía el 95% de la ciudad de Río Grande con todos los servicios”

Esteban ‘Chiquito’ Martínez relató que cuando me “fui de la Municipalidad en el año 1991 tenía el 95% de la ciudad de Río Grande con todos los servicios, por eso me dicen

que hice lo de abajo, pero también hice muchas obras que se vieron en la superficie, y si bien también hicimos pavimento, primero tiene que estar lo de abajo”.

Puntualizó que “para 1991 la ciudad tenía casi 40 mil habitantes, la habíamos duplicado en ocho años”.

“La gente llegó con el auge de la 19640 a comienzo de los ‘80”

En otro orden también se refirió a lo que generó la Ley 19640, y la llegada de muchísima gente a la ciudad en tan poco tiempo y con muy poca infraestructura.

Al respecto señaló que “al llegar las fábricas, había trabajo, la gente llegaba al aeropuerto, y los gerentes de las distintas fábricas los estaban esperando para ofrecerles trabajo, y si bien en la ciudad había muchas personas chilenas, pero las fábricas no los tomaban, por eso yo en la Municipalidad tenía más personal chileno que argentino, además el chileno es gente muy trabajadora, dado que Río Grande en gran medida fue forjada por mano de obra chilena, cuando yo nací, había más chilenos que argentinos en Río Grande”.

En este sentido manifestó que “el tema de la Ley de Promoción fue para radicar gente en la ciudad, fue un tema geopolítico, acá no había gente, pero tampoco trabajo, entonces como generas asentamiento, cuando no había trabajo, siendo que la Ley de Promoción se creó en el año 1972, pero recién a comienzo de los ’80 comenzó a tener

auge, la primer fue IFRESA, una fábrica de relojes, que estaba sobre avenida San Martín, después estuvo ATMA, posteriormente llegaron BGH, Philips, Hitachi, fueron las primeras que llegaron, después vinieron las textiles, la plástica Río Chico, y después vino el parque industrial, pero nosotros solamente ahí abrimos algunas calles solamente”.

Ante semejante llegada de personas de todo el país que venían en pos de un mejor futuro laboral y económico, generó también una demanda habitacional, para lo cual Martínez recordó que “esa situación generó que nosotros tuviéramos que comenzar a ubicar gente, en la Municipalidad nosotros teníamos un quincho, entonces muchos se quedaban ahí, otros se ubicaban en la guardia del hospital, también teníamos el albergue de la juventud, el cual también estaba ocupado por gente, en si no había donde poner gente, estaba todo ocupado, las casas de familias estaban todas llenas, prácticamente no existían pensiones, por lo cual tuvimos que hacer varios viajes, chartear aviones para mandar de vuelta a la gente, no había otra solución”.

Casa de la Cultura

La Casa de la Cultura es una de las obras más emblemáticas de la ciudad, fue una de las primeras propuestas de gestión del intendente Martínez, quien inició su construcción a mediados de 1984, en un galpón utilizado como depósito de desechos del Municipio, para luego ser inaugurada en el mes de abril del año 1987, donde desde entonces ha sido un punto de encuentro y disfrute de artistas locales, nacionales, internaciones y de la comunidad toda.

En este sentido manifestó que “fue una buena decisión poder haberla hecho, necesitábamos hacer que la ciudad necesitara, entonces fue que al lado del Municipio un espacio baldío, con un tinglado, que abajo había rezagos de todo tipo, entonces fue que pensamos entre nosotros que hacer, teníamos al secretario de Obras Públicas Mario Ferreyra, al arquitecto (Alberto ‘Colo’) Ibarra, entonces vieron cómo se podía aprovechar ese espacio para hacer una Casa de la Cultura, dado que no era un espacio regular, había que adaptarlo, salió la Casa de la Cultura, salió bien, la gente lo ha disfrutado, la inauguramos con un piano de cola que lo donó la empresa Philips, y en su inauguración vino el maestro (Osvaldo) Pugliese que tocó un par de tangos”.

Destacó que la obra que se realizó en su momento fue “lo mejor que tuvo la Patagonia, fue muy bien concebida, muy bien equipada, con vestuarios, un escenarios con todas las luces y bambalinas, y arriba la cabina de proyección, además de poseer también salas de ensayo, y lo más importante es que la gente lo aceptó”.

“El Natatorio Eva Perón se comenzó bajo mi gestión”

El actual natatorio Eva Perón fue comenzado en la intendencia de Esteban ‘Chiquito’ Martínez, pero fue inaugurado luego de que él dejara el Municipio.

El intendente (MC) recordó que “el gimnasio ya estaba, pero yo inicie la obra de la pileta, compré la sala de caldera, de bombas, y después no nos dio más la plata, y posteriormente la continuo Colazo, quien la finalizó con envíos de fondos nacionales”.

Asimismo se diferenció de Ushuaia, señalando que “una de las cosas que nosotros no teníamos era la pileta, obra que si ya tenía la ciudad de Ushuaia, pero a diferencia de ellos, que la obra se la hizo el Gobierno, en Río Grande la pileta la hizo y la financió el Municipio”, subrayó.

También recordó que bajo su mandato se compró el actual edificio de Rentas que está ubicado en Luis Py, donde la Municipalidad se lo compró a Néstor Nogar.

Tras 28 años, el peronismo retomó el mando en la ciudad de Río Grande

Martínez expresó que “primero es una gran alegría poder haber recuperado para el peronismo la Municipalidad, tras 28 años de intendencias radicales, el peronismo tiene otro concepto de las cosas, es más de hacer, es más ejecutivo, siendo que yo la primer secretaria que cree cuando fui intendente fue la secretaría de Desarrollo Social para poder ayudar a la gente”.

“Uno ve las ganas que tiene Martín Pérez de hacer las cosas, a pesar de que la pandemia cayó en todo el mundo, y trastocó todos los planes”, dijo, al tiempo que expuso que “a Martín (Pérez) lo conozco desde muy chiquito, desde que tenía dos años cuando vino acá con su padre, dado que el papá trabajaba en la carpintería de aluminio del ‘Nene’ Martínez, entonces cuando nosotros nos reuníamos con su papá, Martín andaba corriendo por ahí, y cuando fui diputado, a Martín lo veía en Buenos Aires, ahí los ayude a los chicos para armar un centro de estudiantes, a buscar un local, lo empecé a tratar con mayor asiduidad, me pareció un muchacho serio, con ganas de hacer cosas, que le gusta la política, honesto, y con mucha vocación de servicio”.

Remarcó que “hoy la ciudad sigue creciendo, y hoy ser intendente es mucho más difícil que en aquellos años porque las demandas son aún mayores, y a Río Grande todavía le sigue faltando viviendas, y sobre todo trabajo, en su momento se radicaron porque había viviendas y trabajo, hoy está faltando eso”.

Aniversario centenario de la ciudad

Por último se refirió al cumpleaños N° 100 de la ciudad, para lo cual el intendente expresó que “para mi Río Gran de representa mi vida, yo acá tengo sepultados a mis abuelos maternos, a mis padres, y a tres hermanos, así que Río Grande representa todo lo que viví, todas mis experiencias de vida, no podría irme a otro lado, si a conocer, pero tampoco soy de salir mucho, nací acá, viví acá, y me voy a morir acá”, concluyó Esteban ‘Chiquito’ Martínez, primer intendente de la ciudad desde la vuelta de la democracia.