Así lo despidió el legislador Jorge Lechman, quien lo definió como “quizás el último gran peronista” de la provincia. “Con su partida, Tierra del Fuego pierde a un dirigente de convicciones profundas, forjado en la militancia, la gestión y la cercanía con la gente, protagonista de una etapa clave de su historia política”, destacó el parlamentario.
Río Grande.- La política fueguina despide a una de sus figuras más emblemáticas. Este martes se conoció el fallecimiento de Esteban “Chiquito” Martínez, histórico dirigente del peronismo en Tierra del Fuego y protagonista central de la vida institucional de Río Grande durante décadas. El legislador provincial Jorge Lechman lo recordó públicamente a través de su cuenta de X, donde lo definió como “quizás el último gran peronista” de la provincia, una frase que rápidamente resonó en el arco político y social fueguino.
Martínez fue intendente de Río Grande durante cuatro períodos consecutivos a partir de 1983, en el inicio de la recuperación democrática, y dejó una marca profunda en la construcción del municipio moderno. Su gestión estuvo atravesada por una fuerte impronta territorial, un vínculo directo con los vecinos y una concepción del Estado como herramienta de inclusión y desarrollo, rasgos que lo convirtieron en una referencia ineludible del peronismo local.
Luego de su extensa etapa al frente del Ejecutivo municipal, “Chiquito” continuó ligado a la vida pública como concejal y posteriormente como diputado nacional, llevando la voz de Tierra del Fuego al Congreso y sosteniendo una identidad política clara, aún en contextos adversos y de profundas transformaciones en el escenario nacional.
Para Lechman, su figura sintetiza una forma de hacer política que hoy parece lejana: “un peronismo de cercanía, de convicciones firmes y compromiso con la gente”, según dejaron trascender desde su entorno. No fue solo un dirigente con cargos, sino un actor central en la consolidación institucional de la ciudad y en la construcción del peronismo fueguino como fuerza con identidad propia.
La noticia de su fallecimiento generó múltiples expresiones de pesar, reconocimiento y respeto, incluso más allá de las diferencias partidarias. Referentes políticos, militantes históricos y vecinos lo despiden como a un dirigente que supo dejar huella y que forma parte del patrimonio político y social de Tierra del Fuego.
Esteban “Chiquito” Martínez se va, pero queda su legado: una etapa de la historia fueguina marcada por la militancia, la gestión y una forma de entender la política profundamente ligada al pueblo.

















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