Franco Guereta brindará hoy una charla sobre cannabis medicinal en la Fundación Mirgor en el marco de la presentación de las Jornadas de Ingeniería Química de la UTN, donde dará una charla a las 14 horas. La entrada es un alimento no perecedero. Se discutirá la legislación y beneficios del cannabis, esperando avances en su reglamentación. Por otra parte Guereta denunció “los allanamientos a grow shops en Río Grande y otras ciudades fueron por un vacío legal: se confunden los vapeadores recreativos con los vaporizadores medicinales, aprobados por la FDA. Hoy están prohibidos por ANMAT, pero al mismo tiempo los médicos los recomiendan. Es absurdo”, denunció.
Río Grande – Este miércoles a las 14 horas, en la Fundación Mirgor, el especialista en cannabis medicinal Franco Guereta brindará una charla abierta a la comunidad en el marco de las Jornadas de Ingeniería Química organizadas por estudiantes de la UTN. La entrada consiste en un alimento no perecedero —incluyendo alimento para mascotas— y se sugiere inscripción previa a través del Instagram de la asociación organizadora (@AFETIQ).
Guereta abordará una temática que combina ciencia, salud pública, política y derechos: el uso medicinal del cannabis en Argentina. Según adelantó en diálogo con ‘La mañana de la Tecno’ en Radio Universidad 93.5 MHz, su presentación repasará los beneficios terapéuticos de la planta, sus múltiples usos industriales, el estado actual de la legislación nacional y provincial, y los desafíos que enfrenta la producción local.
“Vamos a explicar qué permite hoy la ley, cuáles son los avances recientes, y qué falta para que pacientes y productores puedan acceder a esta medicina sin trabas burocráticas ni estigmas”, sostuvo Guereta, quien participa desde 2023 de un proyecto de investigación con la UTN en convenio con la ONG Tolweed Club, que produce aceite de cannabis en laboratorio para uso terapéutico.
La ciencia avanza, la ley no tanto
La Ley Nacional 27.350 —sancionada en 2017 y reglamentada en 2021— permitió el uso medicinal del cannabis y creó el Reprocan, el registro que autoriza a personas y organizaciones a cultivar con fines terapéuticos. Sin embargo, el acceso aún está limitado.
“El gran cuello de botella es la falta de reglamentación provincial. Tierra del Fuego tiene su ley desde 2019, pero aún no fue implementada. Eso nos impide avanzar en políticas públicas concretas, incluso teniendo laboratorios, profesionales capacitados y evidencia científica de sobra”, subrayó Guereta.
A nivel nacional, también persisten obstáculos. La reciente disolución de la Agencia Regulatoria del Cannabis (ARICCAME) y la transferencia de sus funciones al ANMAT generaron incertidumbre. “No se dio de baja el proceso, pero hay que esperar los nuevos lineamientos. Mientras tanto, miles de personas siguen sin poder acceder con normalidad a su tratamiento”, explicó.
El potencial fueguino: trabajo, salud e inversión
Para Guereta, Tierra del Fuego tiene una oportunidad histórica: ser la primera provincia en reglamentar su ley y liderar una industria emergente que podría generar empleos, atraer inversiones y mejorar la calidad de vida de pacientes.
“Con agua, luz y voluntad política se puede producir cannabis medicinal. No hacen falta grandes importaciones ni tecnologías complejas. Solo reglas claras. Si la provincia avanza, se colocará a la vanguardia nacional”, aseguró.
También destacó la iniciativa del Municipio de Río Grande, que lanzará un programa de cannabis medicinal con capacitaciones para médicos, análisis bromatológicos de aceites y acompañamiento a usuarios.
“Hay un compromiso real del Municipio. Es clave formar a los profesionales de la salud, porque el primer paso siempre es la receta médica. No hay acceso libre: se necesita prescripción y seguimiento médico”, remarcó.
La doble vara y los vaporizadores prohibidos
Uno de los temas más sensibles que abordará la charla es la criminalización de dispositivos de uso terapéutico, como los vaporizadores para cannabis medicinal.
“Los allanamientos a grow shops en Río Grande y otras ciudades fueron por un vacío legal: se confunden los vapeadores recreativos con los vaporizadores medicinales, aprobados por la FDA. Hoy están prohibidos por ANMAT, pero al mismo tiempo los médicos los recomiendan. Es absurdo”, denunció.
Según explicó, los vaporizadores permiten una administración rápida y segura, ideal para crisis de dolor agudo. En Argentina, actualmente sólo pueden importarse para uso personal, pero no comprarse legalmente en comercios.
La urgencia de despenalizar y humanizar
Guereta no escatima palabras al hablar del retraso legislativo: “Es increíble que en 2025 sigamos discutiendo si una planta milenaria, con probados beneficios medicinales, debe estar en la misma lista de estupefacientes que la cocaína”.
“Hay evidencia científica de sobra. Nadie ha muerto por consumir cannabis, y sin embargo hay gente presa por cultivar. Mientras tanto, el alcohol y el tabaco —altamente tóxicos— se venden en los quioscos”, disparó.
Con más de una docena de asociaciones activas en Tierra del Fuego, organizadas en una federación que trabaja con compromiso y profesionalismo, Guereta insiste en que la lucha por el cannabis medicinal es, ante todo, una lucha por la salud y la dignidad.
“Personas que no podían levantarse de la cama, hoy caminan gracias a una gota de aceite. Eso no lo detiene ningún decreto ni allanamiento. Por eso seguimos luchando”, cerró.
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