Río Grande celebró el cierre de las Escuelas Deportivas Municipales junto al encendido del Arbolito

En un domingo luminoso y con un clima poco habitual para la época, el predio del BIM N° 5 y el Parque de los 100 Años se convirtieron en el epicentro de una jornada histórica para el deporte, la recreación y la vida comunitaria de Río Grande. Allí, en el marco del tradicional encendido del Arbolito, se desarrolló además uno de los eventos más masivos y significativos del calendario anual: el cierre oficial de las Escuelas Deportivas Municipales, que a lo largo de todo el año convocaron a miles de vecinos de distintas edades y barrios de la ciudad.

Río Grande.- Antonela Soto, directora general de Deportes del Municipio de Río Grande, presente en la organización, brindó detalles, perspectivas y proyecciones sobre un evento que no solo celebró el deporte, sino que consolidó el sentido de pertenencia de una comunidad que, incluso en un contexto económico complejo, continúa encontrando en el Estado local un sostén fundamental para seguir vinculándose a la actividad física, la recreación y la convivencia social.

Un evento que integró deporte, recreación y vida familiar

Desde las primeras horas de la tarde, cientos de familias comenzaron a acercarse tanto al predio del BIM Nº 5 como al Parque de los 100 Años, donde el municipio dispuso un amplio cronograma de actividades deportivas, circuitos recreativos, demostraciones, juegos coordinados por profesores municipales y propuestas especiales articuladas con distintas áreas del Estado.

“Hoy finalizamos las Escuelas Deportivas Municipales, que se desarrollaron durante todo el año en todos los espacios del municipio. Es un día muy especial, porque convocamos a las familias a compartir este cierre previo al encendido del Arbolito”, destacó Soto, visiblemente emocionada por la masividad y el entusiasmo que se veía en el lugar.

Con más de 10.000 usuarios registrados a lo largo del año y cerca de 200 actividades deportivas distribuidas en la ciudad, el cierre se realizó de manera conjunta, integrando a todas las disciplinas que conforman el programa municipal. Esto implicó un enorme despliegue logístico, humano, institucional y comunitario que reafirma la decisión política del municipio de sostener el deporte como un pilar del desarrollo local.

Un municipio que sostiene políticas públicas en tiempos de adversidad

A pesar del duro contexto económico que atravesó el país durante el año, Río Grande mantuvo su inversión en infraestructura, recursos humanos, insumos deportivos y programación recreativa. Según explicó la directora general de Deportes, este esfuerzo no solo permitió garantizar el funcionamiento de cada escuela, sino también enriquecerlas con nuevos talleres, más horarios y propuestas para todas las edades.

“El municipio ha puesto a disposición toda la infraestructura, el recurso humano y la organización para este cierre. Es parte de la identidad del riograndense y no podíamos bajar las expectativas. Todo lo contrario, había que redoblar el esfuerzo”, remarcó Soto.

El encendido del Arbolito se transformó, así, en un marco ideal para exhibir el trabajo silencioso que se sostiene durante todo el año: la formación de profesores, la contención social, la articulación con los barrios, el acceso gratuito al deporte y la recreación, y la movilidad permanente de las familias que acompañan a sus hijos e hijas en cada actividad.

Un cierre cargado de sentido social y comunitario con las familias como protagonistas del festejo

Uno de los ejes que la funcionaria subrayó fue el papel central de las familias, que año tras año le dan identidad al deporte municipal y refuerzan la idea de que Río Grande es una comunidad que se construye desde la participación colectiva.

El acompañamiento familiar fue visible en cada espacio: padres y madres que fotografiaban a sus hijos, abuelos que se acercaban a mirar las demostraciones, docentes de las escuelas que se sumaban a la actividad, y decenas de niñas, niños y adolescentes que circulaban orgullosos con sus remeras, camperas y atuendos deportivos.

Soto destacó que “la participación familiar es clave. Que las niñas, niños, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad estén acompañados en este cierre habla de un deporte que integra, que contiene y que convoca”.

La posibilidad de que cada familia pudiera recorrer el predio, transitar los juegos recreativos, observar las exhibiciones y participar de las actividades paralelas del Parque de los 100 Años convirtió al cierre deportivo en un verdadero festival comunitario, integrando generaciones y promoviendo un espacio de encuentro que trasciende lo deportivo.

Una ciudad que se integra y se complementa y el BIM N° 5 como aliado estratégico para la comunidad

Antonela Soto también subrayó la colaboración del BIM Nº 5, institución que cedió su predio y articuló una serie de propuestas de aventura que enriquecieron la experiencia del público.

Tirolesa, puente mono, escalada y actividades de destreza formaron parte del menú recreativo que complementó el cronograma deportivo municipal.

“Agradecemos profundamente al BIM N° 5, que nos facilitó el espacio y trabajó con nosotros. Ellos sumaron actividades de aventura y nosotros integremos circuitos deportivos, destrezas y propuestas para todas las edades”, expresó Soto.

La combinación entre Estado municipal, instituciones de la ciudad, profesores, familias y voluntarios generó una sinergia que volvió posible un cierre multitudinario, ordenado y con un fuerte impacto comunitario.

El Municipio como motor de formación, inclusión y desarrollo

A lo largo del año, el municipio sostuvo una oferta deportiva que incluyó disciplinas tradicionales, propuestas innovadoras y programas orientados a la inclusión: deporte adaptado, actividad física para adultos mayores, iniciación deportiva para los más pequeños, espacios de bienestar, acondicionamiento físico, y deportes grupales que fortalecen el lazo social entre los vecinos.

Soto recordó que “son cerca de 200 actividades y 30 disciplinas distribuidas en todos los espacios municipales”, lo cual demuestra que la política deportiva no se reduce a un calendario competitivo, sino que se funda en una visión amplia: el deporte como oportunidad de crecimiento humano, salud preventiva, contención, integración, recreación y mejora de la calidad de vida.

Un 2026 que ya empezó a planificarse con colonia de verano, capacitaciones y continuidad institucional

Aunque el cierre de las escuelas es simbólicamente un final, en la práctica es el comienzo de la etapa de verano, donde se despliega otro de los programas más esperados por la comunidad: las colonias municipales.

Soto adelantó que las inscripciones comenzarán después del 15 de diciembre, con lanzamiento oficial vía redes sociales.

Las colonias incluirán nuevamente propuestas para niñas, niños y adolescentes, Adultos mayores, Personas con discapacidad y familias que buscan actividades recreativas accesibles.

“No vamos a bajar el ritmo. Vamos a seguir apostando a las actividades deportivas y recreativas, fortaleciendo cada programa y ampliando la llegada al vecino”, señaló.

En paralelo, también anticipó que ya se puso en marcha un ciclo de capacitaciones para los profesores de Educación Física que integran la subsecretaría de deportes.

El objetivo es profesionalizar aún más las prácticas, mejorar la calidad pedagógica, actualizar contenidos y preparar el terreno para un 2026 que se proyecta con nuevas actividades, más espacios y mayor alcance territorial.

Un Estado presente, una comunidad protagonista y el deporte como herramienta para atravesar tiempos complejos

A lo largo de la entrevista, Soto insistió en que las dificultades económicas no fueron una barrera para el trabajo municipal. Por el contrario, reforzaron la necesidad de sostener y ampliar los espacios de contención.

En un contexto donde muchas familias reducen gastos, el rol del Estado local se vuelve decisivo para garantizar acceso equitativo a actividades que estimulan la salud física, el bienestar emocional y la cohesión social.

Por eso, el cierre deportivo no solo celebró un año de trabajo: reafirmó un mensaje institucional claro y contundente: “Río Grande no abandonará su compromiso con el deporte y la recreación como derechos sociales”.

En conclusión, fue un cierre que encendió mucho más que un arbolito

La jornada culminó con el esperado encendido del Arbolito, un momento simbólico que año tras año reúne a miles de familias riograndenses y que ya forma parte de la identidad cultural de la ciudad. Pero esta vez, la luz del Arbolito encendió también el reconocimiento al esfuerzo colectivo de un año entero: profesores, instituciones, familias, niñas, niños, jóvenes, adultos mayores, deportistas adaptados, trabajadores municipales y una comunidad que abraza cada propuesta como propia.

Antonela Soto lo sintetizó con claridad: “El vecino es el protagonista. El municipio trabaja para acompañarlo, para que disfrute, para que participe y para que viva la ciudad. Este cierre es de todos”.

Así, Río Grande confirmó una vez más que el deporte no es solo competencia: es encuentro, identidad, acompañamiento, integración y, sobre todo, comunidad. Una comunidad que, aún en tiempos difíciles, sigue eligiendo estar unida, moverse y celebrarse a sí misma.