Gracianía pide responsabilidad: “Nunca se discutió la reconversión productiva y se gasta lo que no se tiene”

La legisladora Natalia Graciana denuncia que el Gobierno provincial está administrando de manera irresponsable los recursos, desviando fondos y dejando sin respuestas a la comunidad. Señala que el Ejecutivo culpa al Gobierno nacional para justificar la falta de gestión y reclama mayor transparencia y compromiso con las verdaderas prioridades.

Ushuaia.- En declaraciones a Radio Provincia la integrante de La Libertad Avanza, refirió que la crisis en Tierra del Fuego no solo pasa por la falta de fondos, sino por una administración que parece no estar a la altura de las necesidades de su gente. Así lo afirmó con dureza la legisladora Natalia Graciana, quien apuntó directamente a la gestión provincial por la falta de planificación y transparencia en el uso del dinero público.

“Nos mandan plata desde Nación en tiempo y forma, pero acá se gasta lo que no se tiene y no se administra lo que hay”, señaló Graciana. Para la legisladora, el problema no está en la falta de recursos, sino en la forma en que el gobierno provincial elige destinarlos. “Se destinan millones a obras que no son prioridad para la mayoría de los fueguinos, mientras sectores claves como la seguridad quedan desfinanciados”, explicó.

Además, Graciana criticó la falta de debate sobre herramientas clave como el RIGI, que podrían atraer inversiones y generar empleo genuino. “Nunca se discutió en la legislatura una propuesta que podría haber cambiado la matriz productiva y mejorar la recaudación. Es muy fácil echarle la culpa a Nación, pero la provincia tiene que hacerse cargo y gestionar mejor”, afirmó.

La falta de información y la opacidad en la rendición de cuentas también fueron señaladas como grandes déficits. “El Ejecutivo no cumple con la obligación de informar a la legislatura sobre el avance y la inversión en obras, generando desconfianza y dudas en la comunidad”, agregó la legisladora.

En este contexto, la legisladora llamó a una revisión urgente de las prioridades y a que se eviten gastos discrecionales que solo profundizan la crisis. “No podemos seguir viviendo de excusas ni desperdiciando recursos. Es tiempo de gestos concretos y responsabilidad real”, concluyó.