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Un Padre italiano con acento santiagueño

El Padre Beniamino Riccardi dejó una huella imborrable en la provincia de Santiago del Estero tras misionar 38 años en el suelo santiagueño. La historia de un Párroco que no deja de extrañar el afecto de los argentinos y que continúa organizando festivales solidarios para recaudar fondos para un colegio agrícola de Colonia Dora.

El Padre Beniamino Riccardi dejó una huella imborrable en la provincia de Santiago del Estero tras misionar 38 años en el suelo santiagueño.

Río Grande.- “Los dejo, pues mi conciencia y mi corazón me indican que debo ir a cuidar a mi madre”, dijo Riccardi desde el altar, despidiéndose en una emotiva misa de los santiagueños a quienes acompañó y brindó su cariño durante 38 años.

Se trata del Padre italiano Beniamino Riccardi de 71 años, quien llegó a la provincia de Santiago del Estero en pleno proceso militar con un contrato de 5 años el cual terminó extendiéndose por 33 años. En diálogo con “De la Mejor Manera” en el “Personaje de los viernes”, junto al corresponsal de Roma, Marcello D’Aloisio, y la conductora Lorena Vera y el Director de la emisora, Alberto Centurión, el Párroco italiano brindó detalles de su larga estadía en nuestro país y comentó las diferencias con las que se encontró en su regreso a Montecalvo, una pequeña localidad al norte de Italia, la cual carece de jóvenes y existen “más funerales que bautismos”, según aseguró Riccardi a Radio Universidad (93.5 MHZ).

“Estuve en Santiago del Estero 38 años. Hicimos una fiesta para recoger fondos para una escuela agrícola que tenemos en Santiago del Estero. Justo estaba una señora que es de Salta pero ella participa siempre con sus riquísimas empanadas”.

Festival solidario para Argentina

El Párroco de la localidad de Montecalvo, ha organizado el Festival Amigos de la Argentina que ha servido para recoger fondos para una escuela agrícola de Santiago del Estero. “Habíamos comprado un tractor pero después el problema era de que muchos chicos no podían estudiar en las escuelas públicas. Un grupo de gente de Italia de las parroquias de donde estoy, se han enterado así que el año pasado empezamos con estos festivales. Este año es el segundo festival que se hace. Es una forma de hacer contacto con otras naciones y se trata de abrirse al mundo”.

El Padre Beniamino Riccardi organiza en Montecalvo, festivales solidarios para Santiago del Estero.

En ese sentido, detalló que “se hace una presentación de música de los chicos que estudian aquí. Hay exposiciones de armónica, de canto, de guitarra. Luego se hizo una presentación de perros y de caballos que son una novedad para los chicos. Lo importante era pasar una tarde de alegría y de unión. No es tan fácil a veces encontrar espacios de comunión. Es un gran problema aquí en Italia. Hace años era una sociedad cerrada. Cada uno piensa en sí mismo. Este año gracias a Dios hemos tenido una jornada espléndida. Esperamos que para la segunda edición de este festival, no se largue la lluvia”.

“Yo me fui a Santiago del Estero con un contrato de 5 años y al final me quedé 38 años. A Italia he regresado para acompañar a mi madre que se encontraba sola. Luego de que ella murió me quedé en estos pueblitos. Siempre se extraña Santiago del Estero, sobre todo la gente y su simplicidad y la forma tan humana que tienen de vivir”.

“La gente aquí trabaja, tienen poco espacio para encontrarse, hay pocos jóvenes. La mayor parte de los habitantes son adultos. Hay más funerales que bautismos”.

El Padre Riccardi aseguró que “Santiago del Estero me ha ayudado mucho porque yo era un tipo bastante intelectualista, y ellos me han bajado a la realidad. Era un tipo bastante intransigente y nervioso así que esa provincia Argentina ha sido una terapia perfecta para mí. He recibido mucho en cuanto a mi formación. Aquí la gente me dice que soy distinto a los curas de aquí”.

“Tengo muchos momentos lindos de Santiago como también muchos amigos. Hemos trabajado mucho con comunidades de padres, eso para mí ha sido lo más lindo. Cuando llegaba, me encontraba con una comunidad muy familiar. Yo llegué en el 74 estuve con el golpe militar, años muy difíciles. Hemos tenidos algunos chicos que habían sido detenidos pero gracias a Dios en Santiago no se vio una gran represión como en las grandes ciudades pero todos juntos hemos buscado salir a flote de todas las situaciones y buscando iniciativas para la gente. El trabajo del Sacerdote no es solo dar misas, sino acompañar a la gente, tanto que cuando yo estuve allí, un amigo mío me pidió que regresara”.

La pasión por el fútbol

Como todo italiano, el Padre Riccardi confirmó su simpatía por el club más grande Italia: Milán. “En Italia soy del Milán aunque venimos sufriendo bastante en estos últimos años”, bromeó. “En Argentina soy hincha de Boca. No tuve mucho tiempo para practicar deporte en Santiago del Estero pero en los colegios estatales he practicado vóley y básquet”.

La huella que dejó Riccardi en Colonia Dora

El Párroco italiano fue uno de los principales colaboradores del establecimiento agrícola educativo de Colonia Dora en Santiago del Estero. “Sin la colaboración de los amigos de Italia y de Argentina no hubiera sido posible. Había varios alumnos, pero no teníamos las aulas suficientes para sostener a todos. Había chicos que estudiaban 15 días en la escuela, durmiendo y comiendo. La idea era no sacar a los chicos de la casa para que colaboren con los trabajos de campo”.

“Tenemos criaderos de aves, hay unos 10 chanchos, habían hecho una huerta. Hay que desmontar una parte del campo para poder sembrar un poco de alfalfa para traer a estas vacas que están en un campo prestado”. El Párroco precisó que hay una cocinera pero los servicios de limpieza de los baños, comedor y cocina, está a cargo de los chicos: “Los turnos van cambiando. Todos hacen todo, tanto varones como mujeres. Es una escuela mixta con dormitorios obviamente separados. La idea no es enseñar solo lo teórico sino las tareas de campo para que puedan aplicarlos en su vida”.

La imagen del Papa Francisco

El Párroco Riccardi, aseguró que Papa Francisco “ha sido muy bien recibido en Italia porque ha traído una manera de ser distinta de lo que la gente estaba acostumbrada. Los italianos no querían a un Papa de Italia. Francisco ha sabido romper todo un protocolo que a lo mejor otros papas, muy buenos quizás, no se habrían animado a hacerlo o ni siquiera pensarlo. Uno que venía de Sudamérica, la parte protocolar parece ridícula. Ya tengo proyectado un viaje a Roma para saludarlo al menos”.