AFARTE no ve mejoras en el corto plazo

Crisis industrial: AFARTE no ve mejoras en el corto plazo

El segundo semestre no presenta mejores perspectivas porque no se logró vender el stock de productos del año pasado. El representante de AFARTE Alejandro Mayoral estima algún cambio para “el último trimestre”. El plan canje de celulares no tendría la importancia prevista, aunque sigue avanzando el proyecto, en menor escala. Mayoral no evaluó de forma negativa la apertura de importaciones, recordando que “todas las empresas” trabajan con insumos importados. Y aclaró que todavía no se observa la competencia, por la falta de ventas en general, producto de la recesión.

“En celulares y televisores las ventas no están más altas. Han bajado y se ha acumulado stock. Por eso los precios están tranquilos, pese al impacto inflacionario y la corrección de tarifas”, dijo el titular de AFARTE.

Río Grande.- El titular de AFARTE Alejandro Mayoral desplazó para el último tramo del año la perspectiva de alguna mejora en el sector industrial, dado que el comienzo del segundo semestre todavía encuentra una baja demanda, stock de productos del año pasado que no se logran vender, aunque se hayan bajado los precios.
En diálogo con FM Del Pueblo, destacó que pese a la crisis “hemos podido cerrar las paritarias y hemos hecho el esfuerzo de dar lo más posible. La situación no es la mejor pero hemos tratado de que se mantenga la paz social y la buena relación con los trabajadores”.
En cuanto a las proyecciones para el segundo semestre del año, dijo que “tanto en el canal comercial como en las empresas, hay un elevado índice de stocks. Nosotros esperábamos que se desagotara en el segundo semestre y creemos que todavía va a ser difícil este trimestre. Quizás las cosas puedan mejorar en el último trimestre del año”, deseó.
“Hasta ese momento estamos tratando por todos los medios de mantener la producción y las fuentes de trabajo, pero hay condiciones objetivas: cuando hay incertidumbre, la gente retrae sus compras; la tasa de interés está alta y también eso influye en la decisión de la gente. Hay gente que puede comprar y prefiere ahorrar. No es que hayan perdido su trabajo, porque el efecto sobre el empleo del país es menos de lo que se dice; pero hay incertidumbre acerca de la conservación del empleo”, manifestó.
“La gente compra menos, se han acumulado stocks de celulares, de televisores, aunque los precios son los mismos y hasta más bajos que en noviembre y diciembre pasado”, afirmó.

Cada vez menos

Aunque el informe del INDEC señala que las ventas fueron mejores que en el primer semestre del año pasado en electrodomésticos, Mayoral aclaró que “cuando se habla de electrodomésticos, hay un montón de rubros que no son los que se producen en Tierra del Fuego. En celulares y televisores las ventas no están más altas. Han bajado y se ha acumulado stock. Por eso los precios están tranquilos, pese al impacto inflacionario y la corrección de tarifas”.

Plan canje

También bajó las expectativas del plan canje de celulares. “Seguimos en conversaciones y tenemos la expectativa de que el plan siga, pero quizás no vaya a ser tan ambicioso como originalmente se pensó. Por lo menos en una primera etapa quizás los volúmenes sean inferiores a los que originalmente se pensaron”, adelantó.
“No es que esto va a producir una revolución en la producción de teléfonos en Tierra del Fuego”, sostuvo, no obstante “esta modalidad va a salir a un precio bastante bajo y sigue adelante”.

Un poco de aire

Confía en que la producción de aire acondicionado, que se reactiva en la segunda mitad del año, traiga un poco de alivio. “Hay un tema estacional y dentro de poco empieza la campaña de aire acondicionado. Eso en muchas ocasiones ha logrado aumentar la cantidad de contrataciones en el segundo semestre. Esperemos que este año la estacionalidad se repita”, dijo.

Tocando el techo

Lo cierto es que, en el contexto actual, la industria fueguina tocó su techo y no se prevé crecimiento, aun cuando se reactive el consumo, por la incidencia de las importaciones.
“Es probable que la economía esté más abierta que en años pasados y entendemos que es razonable. Va a haber más competencia y, en el momento que se reactive la demanda, es probable que parte no vaya al producto local sino a las importaciones. Hasta el momento, debido a los bajos precios que hay en Argentina y la expectativa de consumo bajo en el corto plazo, todavía no se ha producido el ingreso de importaciones”, aclaró.
“Lo tenemos en cuenta como amenaza, porque vemos los niveles de precios y volúmenes que se manejan en otras partes del mundo. Por el momento hay productos protegidos con medidas antidumping, como el caso de algunos aire acondicionados. Pero es probable que a futuro haya una mayor competencia de importaciones y no se dé un crecimiento indefinido de la producción local, como venía en los años pasados, sino que esto se amesete, aun con reactivación de demanda”, se sinceró.
Pese al estancamiento, indicó que “los productos son buenos y competitivos” y que “la producción se ha regularizado”, respecto de problemas durante la gestión anterior: “El año pasado tuvimos muchas dificultades cuando el anterior gobierno decidió paralizar los pagos al exterior. Eso introdujo graves dificultades al sector, que no podía pagar los insumos. Eso puso a muchas empresas en situación delicada con sus proveedores y empezaron a cortar líneas de crédito. Las empresas se tuvieron que readecuar y cada una hizo las reformas que le parecían convenientes. Están en condiciones de producir con alta calidad y competitivamente en su nivel”, aseveró.
Finalmente instó a no ver como algo negativo la importación “porque todas las empresas de Tierra del Fuego tienen insumos importados. No está mal que haya importaciones, porque el 100% de las empresas, aun las más competitivas, tienen productos importados, desde insumos, piezas, bienes de capital, lo que sea. Puede ser que haya productos que no se hacen en el país y estaba inútilmente cerrada la importación para ellos. Había productos de consumo, bienes de capital, que no siendo producidos no podían ser importados, y eso conspiraba contra la competitividad. Hay muchos productos que no compiten con la producción nacional”, concluyó.