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La directora de la Fundación Salud, Stella Maris Maruso, brindó charlas este fin de semana vinculadas con sanación y no sólo con cura de enfermedades. Involucra un cambio en el enfoque de pacientes y profesionales, y la metodología ha logrado resultados.

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Río Grande.- Acompañada por la presidenta de la comisión de salud Liliana Martínez Allende, visitó este sábado los estudios de Radio Universidad la directora de la Fundación Salud, Stella Maris Maruso.
Dictó dos charlas consecutivas en las ciudades de Ushuaia y Río Grande, gracias a la gestión local de Lourdes Rodríguez, una voluntaria de la Fundación.
En diálogo con el programa Dos Preguntan, la legisladora Martínez Allende dijo que fue “un honor contar con su presencia” dado que el año pasado dictaron un taller sólo en Ushuaia. “Durante un año se logró programar la nueva visita para estar dos días e incluir Río Grande”, con gran aceptación dado que superaron las 300 personas por taller.
Lourdes, como referente local de la fundación, pudo compartir su vivencia, dado que fue una de las que logró sanar con esta metodología de tratamiento.
“No tiene que ver con curar el cuerpo o suplir la tarea de los médicos”, aclaró, al igual que desde la comisión de salud, la legislador dijo que “no tratamos de cambiar lo que hace un médico. Auspiciamos este taller porque a partir de lo que sucedió el año pasado, este año la gente pidió que lo volviéramos a hacer. Lourdes fue el nexo, luego de vivir muchos años en Ushuaia, luego trasladada a Buenos Aires, y de vuelta en Ushuaia”.
Maruso, por su parte, se definió como “una facilitadora de procesos de cambio” y afirmó que “cada vez tenemos más pruebas científicas de cómo funciona el cerebro y esto nos mueve a entender nuestra conducta de una manera diferente”.
“Trabajamos con personas que atraviesan crisis severas, la enfermedad es una de ellas, como trastornos de pánico, dificultades laborales, vinculares, todo lo que tiene que ver con nuestra condición humana. También en tratamiento de enfermedades, por un lado está el partido que tiene que tomar el médico y los profesionales de la salud; pero hay muchas necesidades que son insatisfechas y nosotros atendemos la experiencia humana de la enfermedad”, diferenció.
Apuntan a la resiliencia para que “la persona pueda salir fortalecida de esa enfermedad”.
“Muchos profesionales de la salud envían a sus pacientes, porque si está fortalecido y encuentra un sentido a la vida, en vez de ver que una enfermedad viene a arruinarle la vida siente que la viene a enriquecer”, expuso.
Explicó que la fundación surgió “de una recuperación extraordinaria de mi papá, diagnosticado con un cáncer con múltiples metástasis. Hizo una remisión total. Mi hijo más pequeño tiene 37 años y es médico, y me interesó saber qué había pasado con mi padre que sobrevivió 18 años a ese diagnóstico y se fue de este mundo por otras razones. Yo quise seguir investigando qué le pasó”.
Hoy es “portavoz de una institución, la Fundación Salud. Nosotros enseñamos a que las personas tienen que aceptar su diagnóstico pero no su pronóstico. Es crear salud a pesar de la enfermedad, y ahí nació la psiconeuroendocrinoinmunología, que es la ciencia que estudia la relación que existe entre el psiquismo, el sistema inmune y el sistema endócrino. Si las personas logran reprogramar su cerebro y cambian la percepción de la vida, esa percepción influye en su biología”, aseveró.
“Mientras la medicina atiende la enfermedad, el paciente tiene que hacerse cargo de su vida, pero de una vida más significativa. Hay personas que son optimistas y toman la enfermedad como un desafío. Los pesimistas no van a construir salud sino mecanismos químicos que van a perjudicar cada día más. Primero hay que informarse y hacerse cargo de su vida, a pesar de la enfermedad. Para esto se necesitan equipos interdisciplinarios”, detalló del rol del equipo de profesionales de la fundación.
“Tenemos psiquiatras, neurobiólogos, biólogos moleculares, participan profesionales de distintas especialidades para ver la capacidad de respuesta inmune del paciente. Hay psicólogos, oncólogos, y trabajamos en un equipo interdisciplinario. Vamos por el tercer libro y hay más de cien mil ejemplares vendidos sobre todo esto. No solamente motivamos a las personas sino que las educamos a aprender cómo funciona su psiquismo y sus emociones. Infelizmente muchos profesionales siguen separando la cabeza del cuerpo y ni siquiera saben cómo se nutren sus pacientes. La idea es divulgar y facilitar procesos de cambio”, expresó.
Su aspiración es comenzar a trabajar en la formación de profesionales. “Vamos por el tercer año donde realizamos seminarios y programas dirigidos a profesionales de la salud, con esta nueva medicina que es mente-cuerpo. Atendemos a dos mil pacientes por año, que vienen de todas partes, pero estamos limitados”, dijo, dando a conocer a la vez la intención de expandir esta nueva concepción y que tome vuelo propio.
Consultada acerca de cómo acercarse en caso de que un paciente se quiera interiorizar, dijo que acababa de regreso de una visita al papa Francisco “y valoré mucho la franqueza y el coraje. Yo no vengo a divulgar que la gente se acerque a la fundación, sino que inicien una búsqueda y puedan informarse. Solamente marcamos un camino y en la búsqueda de ese camino pueden encontrar muchas personas que pueden ayudar”, manifestó.
Igualmente aclaró que “la Fundación está y van a tener todo lo que necesiten, pero la idea es educar e informar. Cuando hablamos de sanación, hablamos de algo mucho más complejo que la curación”, remarcó.
También dio valor a las palabras, como las del Papa al sintetizar en “permiso, gracias y perdón”, como expresiones casi mágicas para la vida. “Es maravilloso. Una palabra puede cambiar todo un estado interno de una persona. El Papa es un ser maravilloso y su energía es única. Me quedé sumamente impresionada por su energía y por su humildad”, aseguró tras la visita.